ESTE BLOG ESTÁ PENSADO PARA PERSONAS CON CRITERIO FORMADO Y SOLO PARA USO DOMESTICO. NADA DE LO MENCIONADO DEBERÁ SER TOMADO EN SERIO NI REPETIDO EN LA INTIMIDAD DE SUS HOGARES.
26.8.06
Soy activo (con comentarios del director)
Yo que ya llevo un tiempo más o menos considerable en esto de los amores y las sexualidades atípicas (tampoco tanto, ok?), he descubierto que a la gente le encanta rotular. Y para mi lo único que se logra con eso es limitar (cerrar puertas, estrechar, encerrar, atrapar, y más sinónimos que no se me ocurren ahora). Encasillarte en algo que impide que te desenvuelvas libremente en uno de los pocos lugares en que todavía tenemos permitido hacer lo que se nos pare el hoyo (la cama, pal que no cachó, o la cocina o el ascensor para el caballero aventurado o la mesa de centro para la dama liberada).
¿Pero tú eres la mina o el weon? La típica pregunta estúpida de heterosexual cuadrado (me la han hecho como 3 veces y al principio la encontré casi tierna, pero ya al tercero le quería pegar por imbécil). Yo hago lo que se me ocurre hacer en ese momento.
¿El pasivo sería la loca flaca, pálida y ojerosa que pone el poto y se lo meten hasta rajarlo y no hace nada más? ¿Y el activo es el macho peluo que solo se lo mete a la loca flaca pasiva (pálida y ojerosa), le chupan el manhuaco, le tiran aire y le dan uvas en la boca mientras el lindo hace su perfomance? No, perdón pero la vida no es un set de filmación de Falcon o Titan Media (tuve que googlear otro estudio porque solo me acordaba de Falcon, jejeje). Todo eso pasaría si Chichi LaRue fuera quien dirigiera mi vida pero afortunadamente aún soy yo quien la dirijo (o intento) (Chichi LaRue es un director/a de pelis pornos gays para el que no sepa, que deben de ser pocos porque son unos calientes que me leen por puro que se les acabaron las porno).
De todas maneras sé que existen diferencias evidentes a la hora de tirarse arriba de la marquesa (que antiguo, pero hay que usar sinónimos). Los hay unos que son tipo muñeca de trapo, se mueven de acuerdo a lo que el contrincante determine (es una exageración pero me han tocado parecidos) y hay otros proactivos (palabra muy manoseada y de moda pero bueno, quiero usarla) que determinan lo que quieren y lo hacen. Yo definitivamente pertenezco a este segundo grupo (el de los proactivos me refiero, ¿estás siguiendo el texto? o te voy a tener que repetir todo) (mmmh, quizás estos comentarios al margen están siendo un poco distractivos) (pero en realidad son lo que están haciendo más divertido todo lo escrito) (ya, sigue con lo que estabas contando, oh). Y no es que me sienta 100% conforme con ello. Igual implica un poco de estrés ser quien determina lo que se va a hacer, pero es mi naturaleza. Desde siempre he sido el típico niño mal criado que dice lo que hay que hacer y se hace (bueno, casi siempre). Todo lo que yo quiero lo consigo (dentro de mis limitaciones, por supuesto). Pero no crean que soy un tirano (no, señor). Simplemente uso mis encantos naturales para convencer a la gente que lo que estoy proponiendo es lo mejor y lo logro (Que atroz, soy terrible, pero que quieren, soy así).
A veces me gustaría que me mandaran, que me obligaran y casi me forzaran. Terminar con Síndrome de Estocolmo rogándole a mi captor que haga lo que él quiera conmigo y mi cuerpo (Síndrome de Estocolmo: averigüen, me da lata explicarlo). Pero no. Me es imposible, no va conmigo. Si hasta soy activo cuando soy pasivo. Ponte acá, métemelo por allá, no así no que duele, mejor me siento arriba y ahí estoy yo brincando arriba del hombre, montando mi potro personal, tomando las riendas del asunto (bueno, nunca he usado riendas de verdad, pero podría ser!! Mmmhhh, mañana mismo voy a la riendería) (que supongo no existe, pero en fin).
¿A eso se referirán cuando la gente pregunta si uno es activo o pasivo? (Lo dudo). Frente a la famosa pregunta yo digo: No, ninguna de las anteriores, ah, entonces eres “moderno” (puaj, ¿Qué es esa rotería? Peor que decir “provesho”). En realidad me cargan las etiquetas (casi tanto como me carga que la gente busque culpables) ¿Cual es la idea?, descúbrelo (¡si te dejo! y si no, que te importa metio culiao).
En definitiva si me quieren encasillar: soy activo, pero soy activo porque soy movedizo, inquieto, poto loco (y tengo un poto más o menos importante así es que doblemente loco). Soy activo porque me gusta hacer cosas, ir a distintas partes, salir (nunca me he podido quedar acostado un domingo todo el día). Soy activo porque si hay que poner el culo lo pongo feliz, me muevo, lo gozo y lo disfruto a concho (por algo lo estoy haciendo, obvio, si no lo guardo). Y si me toca ponerlo, feliz me meneo, mete y saca, saca y mete, (demasiado tshoro, dijo el wea). Y si es con vuelta y vuelta que mejor (me acordé de una nana que me hacía unos huevos fritos con vuelta y vuelta que eran deliciosos, saludos tere si me estás leyendo).
Y eso sería (por ahora).
17.8.06
E.T.S.
Sácate el quesillo
De tu pichulillo
Te agarraste un honguillo
Con ese chiquillo.
A todos les dio
Incluso a mí
Eche prenda
se ño ri ta o ca ba lle ro
Quién no tie ne.
Arroz con leche
Me quiero tragar
Pero una candidiasis
Me puedo agarrar.
Moquillito blanco
Sal de allí
Sal de mi pico
Y su pirulín
Tengo tengo tengo
Tú no tienes nada
Tengo tres ladillas
Entre mi piernada.
Una pica mucho
Otra me da rabia
Otra saca sangre
Toda la semana
Alicia tiene un chancro
Pirulín
Alicia tiene un chancro
Pirulín
Alicia esta cagá
Pirulín cagao leo lao
Alicia esta cagá
Pirulín cagao leo lao
Que feo aspecto tiene
Pirulín
Que feo aspecto tiene
Pirulín
¿Cuándo se sanará?
Pirulín cagao leo lao
¿Cuándo se sanará?
Pirulín cagao leo lao
Dicen que los monos no usan condones
Y el mono más chico se lo saca y se lo pone.
Bátele, bátele, bátele, bátele chocolate
Uno le da por culo y el otro se va por el water.
Los piojitos dicen
Pico pico pico
Cuando tienen hambre, a mi me comen rico.
Aserrín aserrán
La hepatitis de Don Juan
¿Fue Iván o Bastián?
Fue un leso,
En no usar eso.
Pin pon es un muñeco
Que nunca usa condón
Se agarra cada cosa
Le pasa por huevón.
11.8.06
Olfato
Siempre me ha gustado usar el olfato como herramienta para mi excitación.
De púber solía entrometerme en la ropa sucia para oliscar calzoncillos usados.
Aún recuerdo el placer que sentía con ese aroma intenso, entre orines y secreciones antiguas.
Mi nariz sobre la tela activaba mis centros de placer de una manera inigualable.
Me escabullía entre la gente y corría al baño a intrusear en la tolva del lavado.
Tíos, primos y hermanos de mis amigas, todos eran acosados en su intima vestimenta.
Sus hedores eran mi placer, el desecho de muchos era el regocijo propio.
Lo reconozco, era un pequeño cerdo pero mis necesidades eran superiores.
Una profunda inhalada y estaba en el paraíso.
Habían unos inodoros y asépticos que no me gustaban.
Otros eran los fuertes, almizclados o ácidos que encendían mi pasión.
Que bajo soy pero que rico se siente, pensaba mientras inspiraba una vez más.
Un poco de mi aliento tibio activaba al máximo el aroma y obligaba a tocarme la entrepierna.
Una paja rápida, un orgasmo delicioso y la prenda ya me parecía asquerosa.
Lo que era mi más fuerte estimulo pasaba al profundo rechazo en cuestión de segundos.
Olores intensos, placeres momentáneos, pudores inmediatos, culpa instantánea.
Maldita educación católica, ¿culpa por el placer?, ¿qué es eso?
Caliente como siempre, buscaba lugares que dieran a mis fosas nasales nuevos placeres.
Busqué en los baños públicos e investigué en los camarines.
Descubrí una esquina en la calle que los machos usaban para orinar.
Me acercaba y el potente hálito me golpeaba.
Pasaba la primera reacción desagradable y disfrutaba las feromonas vertidas ahí.
Estaba oscuro y nadie me veía, bajo mi chaqueta sacaba mi pene duro y lo agitaba.
Lo prohibido del lugar potenciaba el placer.
Imaginaba los miembros de esos hombres que descargaban su liquido amarillo.
Junto a los orines desparramados quedaban los rastros de mi leche caliente.
Nuevamente el asco se apropiaba de mi.
Tiempo después descubrí el olor del hombre, en vivo y en directo.
Algunos fuertes, casi desagradables, otros deliciosos como una taza de café recién hecho.
Sus axilas transpiradas y sus bolas encerradas entre algodón durante una jornada completa.
Mi nariz recordaba por horas el aroma de ese hombre.
Mis sentidos se activaban nuevamente al volver a oler mi mano impregnada.
Culo, pico, pliegues, todos mezclados en un bouquet único e irrepetible.
Sobacos, nalgas, pies, recuerdos fuertes pero pasajeros en mi memoria nasal.
Muchas veces quise revivirlos al día siguiente, sin éxito alguno.
Muchas otras éstos me impedían dormir y debía volver a tocarme.
Dos hombres me han tocado en mi vida por su esencia masculina.
Un aroma intenso pero delicioso.
Un perfume que no existe de manera artificial, una mezcla perfecta.
Tabaco, Cuero, Ylang Ylang y Patchouli, secretados naturalmente en justa proporción.
Hombres perfumados por sus propias glándulas.
Hombres que huelen como deben oler los machos.
Cuerpos con una esencia maldita que me obliga a desearlos.
Aromas que mi olfato no ha podido olvidar.
26.7.06
You’ve got she-male
Pero hay algunas cosas que definitivamente me cuesta entender. Y aclaro desde ya que no por eso lo repudie o nada por el estilo, simplemente se me hace más difícil.
A ver, empecemos por lo primero. Ya supongo que tendrán claro que me gustan los hombres y por consiguiente el pico. Puedo entender también la atracción por las mujeres, sus tetas y su chorombo porque es más común, jejeje (ojo, no dije normal). Pero que onda con los hombres con tetas??? A.K.A. shemale. O ellael. La verdad me cuesta entender varios aspectos de esta singular ¿condición?
Todo este cuestionamiento en realidad se hizo más patente hace muy poco cuando conocí a la mejor amiga del novio de un amigo. Resulta que la chica solía ser chico. Hasta hace dos años era un compañerito más de su universidad y de un momento a otro determinó que quería ponerse tetas y andar de fémina por la vida. Y tal cual. Me presentaron a una chiquilla medio grandota, un poco tosca pero con un par de gomas firmes en su pecho y una cabellera crespa que le llega a media espalda.
¿Qué onda? Juro que me cuesta demasiado entender. Desde mi visión medio burguesa yo tenia el prejuicio de que estos personajes eran exclusivamente seres marginales, que andaban de prostis por la vida o que se iban a alguna meca del porno y se dedicaban a hacer películas de esas bien hueveadas que imagino tendrán un público cautivo. Pero no, ahí estaba ella bien comportada, con “estudios universitarios”, vestida muy piola (de hecho casi medio lana) y mirando con cara de tierna paloma. Si no fuera por la guata que se le asomaba y que evidenciaba la falta de cintura podría eventualmente pasar piola (en realidad no, pero hagamos como que sí).
Pero bueno la cosa no queda solo ahí. Resulta ser que para más recacha la susodicha se había presentado a Miss Fausto, trabajaba sacando fotos para revistas porno en Brasil y como si fuera poco nos confesó que le gustaban las minas.
PLOP, ahí sí que me quedo la cagá. Recapitulemos. Ella era él y le gustaban los hombres. Luego él decidió ser ella y ahora le gustan las chicas. Ella es ella de la cintura para arriba, pero él es él de la cintura para abajo. Ella saca fotos para ellos que les gustan aquellos. Pero a ella no le gustan aquellos sino aquellas. Ella quiere ser mina que le gustan las minas pero antes quería ser mina que le gustan los minos pero al darse cuenta que era ella de la cintura para arriba le empezaron a gustar las minas de la cintura para abajo. Caray, que enredo.
Ya, empecemos con las preguntas que me hice en mi cabecita loca y medio revuelta.
¿Ella cuando está con ellas les mete el coso? ¿Le sigue gustando el pico? ¿Quien xuxa se va a meter con ella si ni siquiera ella tiene claro que le gusta? Ya, me estoy poniendo intolerante así es que iré por otra vía.
Intranquilo por la curiosidad empecé a navegar por esos websites que normalmente esquivaba con cara de asco para empaparme un poco del shemale world. Llegué a una página que ofrecía videos gratuitos de chicoschicas haciendo cochinadas. La morena en pantalla masajeaba sus tetas redondas con sus uñas perfectas con manicure francesa mientras un wachon bien bueno le introducía su gran pene por el orto (jejeje, hace tiempo quería usar esa palabra, me encanta, orto, orto, orto). Mientras tanto como que no quiere la cosa se asoma entre sus piernas un penecito minúsculo y blandengue. La niña lo pasa chancho pero su pene no lo refleja. ¿Acaso tiene orgasmos? Por lo menos la de esta peli no. O al menos no hubo ninguna eyaculación, aparte de la leche que se tragó post acabada del lolo. ¿Qué pasa por la mente de los tipos que se agarran a la famosa shemale? Será solo la búsqueda de nuevas sensaciones o también pueden enamorarse y armar una familia “singular”.
A ver, para tratar de aclarar las cosas, yo como mariquita que soy creo fuertemente en la idea de formar una familia. Claramente no la típica, pero familia al fin y al cabo. Me veo con mi pareja en unos años más paseando el perro de él (los animales no van conmigo pero en fin al gordo se lo acepto) (gordo que no existe pero déjenme seguir con mi fantasía), yéndonos a la playa y caminando por la arena con pantalones de lino al viento sin calzoncillos para que se ventilen las bolitas y de noche haciendo zumbar la alfombra de oso con la boca abierta al lado de la chimenea. Después el domingo nos iríamos a la casa de mis papás y almorzaríamos todos juntos y reiríamos a viva voz y tal.
Pero…. ¿Que pasaría si me enamoro de una chica formerly known as a chico? Toda mi fantasía se deforma. Creo que los almuerzos en mi casa no serian precisamente un joie de vivre. Mi pantalón de lino sigue Ok, pero ¿Cómo se vería mi polola con su falda vaporosa ventilando sus bolitas? No definitivamente no, creo que no lo entiendo.
Me carga descubrirme poco tolerante, no me gusta. No me gusta la gente así, pero por favor que alguien me lo explique.
Una vez más me enfrento a un desafío nuevo. Tengo que aprender a aceptar, entender, comprender y aprobar realidades que son muy distintas a la mía, aún cuando no lo entienda. Al final es lo que el 90% de la sociedad se pregunta por lo que yo hago en mi cama.
¿Como saben si me hago de una nueva mejor amiga?
11.7.06
Erección
- Uy, ¿Por qué está tan chiquitito eso?
- Emm, ejemm, no, es que lo que pasa, es que en realidad, bueno el copete y en fin…
- Ah.
Dios, SOY IMPOTENTE!!! ¡Desde hoy perdí toda capacidad de erectarme! No, tranquilo, es solo el copete, me decía internamente, mientras pensaba, se me tiene que parar, se tiene que parar, párate MIERDA!, y nada. Ya, a ver, vamos a aplicar un poco de estimulación manual, mientras masajeaba mi pene miniaturizado y en estado de pánico escénico máximo. Que plancha, estoy quedando pésimo, bueno en realidad no me importa tanto, el tipo era un X con el que no tenia ninguna intención distinta de que me entregara placer por unos minutos, pero la situación que se presentaba revelaba mi nueva y lamentable condición de discapacitado sexual. Después de mucho rato de sobreestimulación genital, masajeo, manoseo y toqueteo logré una erección blanduzca y mezquina pero al menos el tamaño de mi pija alcanzaba para algo. Ahora encárgate tú, pensaba, mientras le sobaba la cara al lolo con mi penca fofa. Como no hay nada que una buena mamada no pueda resolver, la cosa terminó más o menos decente con gemidos, respiraciones profundas y emanaciones seminales razonables. Pero el terror se había apoderado de mi mente.
¿Qué pasó con mis erecciones espontáneas al minuto de tocar un hombre? ¿Qué ocurrió con mi ángulo de 20º en dirección al cielo? ¿Qué extraña condición se estaba apoderando de mi miembro y comenzaba a carcomer mi bulbo esponjoso y mis cuerpos cavernosos? ¿Será la edad? No, definitivamente es el alcohol, debo dejar de tomar tanto, me repetía tratando de aminorar mi pavor frente a la humillación eterna que se avecinaba.
Amigos, es definitivo, la pichula ya no se me para más, les comente a mis yuntas de siempre. Ya, tú siempre exagerando; ay, pero ¿como? No te preocupes debe haber sido que estabas cansado, trataban de calmarme, pero en sus caras yo veía esa típica expresión frente a lo irrecuperable. Haz lo siguiente, espetó uno de ellos, búscate un weón que de verdad te guste y ahí vemos que pasa. Sabio consejo. Si, definitivamente ése es el problema, el tipo con que estaba era pavoroso y como la fealdad no va conmigo, mi cuerpo en señal de rechazo se negó a entregarle sangre a mi apéndice colgante. OK, ahora a la búsqueda.
Bailaba en uno de los boliches de la onda cuando me encuentro con el azafato guapo. Perfecto, es mi candidato ideal, siempre me ha gustado, es ultra mino y las veces que hemos tenido hueveo todo ha funcionado bien. Además es peludito, tiene buen forro y ese bronceado eterno adquirido en miami (o lo más probable en cualquier solarium de santiago de chile, pero que me importa). Bailes van, sonrisas vienen, piropos salen, ojitos entran y ya. Todo listo. Partimos a mi casa. Todo muy escondido y misterioso porque el susodicho aparentemente estaba pololeando, así es que más parecía misión secreta que cita romántica. No importa, mejor, así le agrega más emoción a la cosa. Todo lo que necesito para sanar mi disfunción.
Divertido, divertido no es el joven, para que vamos a agregarle atributos que claramente no presenta, pero como yo soy tipo trompo, ese trabajo me lo llevaba yo. Besos y abrazos y… nada. Definitivamente murió. Hay que hacer los preparativos para el velorio de mi verga. Él, como si ni le importara que yo estuviera al lado transpirando helado frente a mi drama fisiológico, se pajeaba y ni me pescaba. ¿Qué querís hacer? atinó a decir el lindo y yo que ya sentía que en cualquier minuto mi tula se invaginaba y terminaba con una remozada vulva entre mis piernas le dije, ¡Dormir! Y me di media vuelta, a tratar de conciliar el sueño.
Señores, esto es definitivo. O empiezo la búsqueda de un medico sexólogo para la operación de cambio de sexo o definitivamente los hombres huirán de mi lado con solo verme ya que el rumor de mi lánguida humanidad correrá más rápido que mojón del mapocho. No es mala idea, seria una súper mina, tengo el trasero, las pechugas se implantan, las hormonas que debiera ingerir a diario se encargarán de suavizar mi voz y eliminar mis pelos. O no, mejor aún, una buena depilación láser y listo. Mmmmh, tendría acceso a un nuevo grupo de hombres!! Los heterosexuales… un buen par de tetas y no van a cachar que solía ser un varón.
Pero ¿a qué me dedico? y ¿cómo les explico a mis padres y hermanos este nuevo rumbo en mi vida? ¿no será suficiente que mi pobre madre se haya gastado todo su desahucio de jubilación en psiquiatras y medicaciones para corregir la depresión producto de su hijo gay? No, ésa no es la solución. Moción rechazada.
Pasaron los días y me percaté de un detalle. Las erecciones matutinas seguían estando ahí sin falta. En realidad me pajeaba y no había ni un problema. Entonces ¿qué diablos es lo que me pasa, chico?
Bailando con un par de amigos me doy cuenta que un guapetón me está mirando. Yo lo miro y no podemos parar. Me encanta, me gusta su desfachatez para mirarme mientras baila con un gallo que parece ser algo más que su pareja de baile. Se besa con el tipo pero no deja de mirarme. Oops, ¿qué es lo que siento?, ¿qué pasa allá abajo?, yo no me he tocado ni nada. Una erección tamaña y en público. En mi cabeza una mezcla de pudor y excitación máxima. Avanzo hacia él, paso por su lado, no dejo de mirarlo ni él a mí. Me sigue, casi no hablamos y nos empezamos a besar. ¡Esto es pura química, damas y caballeros! Una vez en mi casa, me doy cuenta que además de guapo, es muy simpático, cariñoso y sabe perfectamente hacer lo que tiene que hacer. Me da besos suaves, chupa lentamente mis tetillas, me hace cariño en el pelo. ¡Mi erección ha vuelto! ¡Y en gloria y majestad!
Calmar mi ansiedad, dejarme querer, elegir mejor. Confiar en mis instintos y no en mi estresada cabeza, pensaba mientras el agua caliente de mi ducha mojaba el más rico de los abrazos que me he dado últimamente.
16.6.06
Oscuridades
Es impresionante el efecto que tiene la noche en el ser humano. Bueno, no necesariamente la noche, sino más bien la oscuridad o las oscuridades como también me gusta llamarle.
Aparentemente esta especie de anonimato lumínico hace que aflore nuestro lado salvaje. ¿Será el miedo al ridículo que se ve apaciguado por la ausencia de luz? ¿Serán nuestras inhibiciones que desaparecen junto con el astro rey? No lo sé, lo único que sé es que cada vez me impresiona más las reacciones que tiene el hombre (¿y la mujer?) en la oscuridad.
Yo no soy necesariamente un tipo asiduo a los cuartos oscuros, hiperoscuridades o laberintos vaporosos lúgubres, pero de vez en cuando, normalmente cuando la calentura y el alcohol acompañan, termino varado en algún tugurio del tipo.
La última vez que me vi metido en estos recintos de dudosa procedencia y poca monta comencé a elaborar una teoría que con el tiempo y la meditación posterior me hace más sentido. Los seres humanos somos animales en una etapa primitiva e instintiva al segundo posterior en que se apaga la ampolleta. Lo peor (o lo mejor) de todo es que me doy cuenta como yo, que me juro un tipo hipersensato y juicioso, me transformo también en un animal deseoso de sexo y lujuria fácil, barata e instantánea.
De acuerdo a mi teoría, la no exposición permanente a la luz es directamente proporcional a la animalización del Homo Sapiens. Es decir, mientras más tiempo el hombre pasa en la oscuridad más se revela ese animal interno y termina de hecho expresándose en cambios claros de su postura, modo de caminar y movilidad.
Una etapa inicial en la oscuridad transforma al hombre en un ser aún bípedo y de postura erguida pero cuya principal primatización se conforma en una desinhibición total y absoluta y una perdida de los límites y conciencia humana. El recién estrenado primate revela sus genitales excitados al resto de la concurrencia y permite sin ningún empacho el roce, toqueteo y sobajeo de ellos.
El proceso posterior tiende a una licantropización del ser humano. Vale decir, éste adopta una postura cuadrúpeda y una agudización de los sentidos del olfato y del gusto. El nuevo lobo o perro se para en cuatro patas y comienza a oler y saborear los miembros enhiestos de los primates erectos.
Ya en una última e irreversible etapa, el animal entra en un proceso de antropofagia que lo obliga a ingerir, comer y deglutir las presas de las dos razas anteriormente descritas. Este ser caníbal se alimenta de los jugos, sudores y excretas de las especies en una etapa evolutiva superior (¿o inferior?).
En mi caso sólo he alcanzado la primera instancia pero he sido testigo ocular (o más bien dactilo-genital) de las otras dos etapas.
No está de más aclarar que es fundamental la presencia de todos estos seres para que la cadena alimenticia sexual se desarrolle de manera correcta y propicia.
Adicionalmente y de acuerdo a mi experiencia, he descubierto un efecto adictivo incorporado al proceso de cuadrupedización del hombre. Este efecto es provocado por la presencia de adrenalina y endorfina en el torrente sanguíneo. Adrenalina secretada por la emoción de lo inesperado y endorfina producto del ejercicio físico y desgaste que el proceso involucra. Aparentemente y de acuerdo a la exhaustiva investigación que he desarrollado estos procesos se ven incrementados con la presencia de alcaloides del tipo eucaliptus, altas temperaturas y una excesiva humedad ambiente.
Lamentablemente y como un efecto secundario inevitable, la posterior exposición del cuerpo humano a la luz del sol deriva en un proceso doloroso de reantropomorfización cuyos principales síntomas son una severa culpa producto de la reconcientización del animal y un miedo extremo a la realidad compleja y luminosa del día a día.
5.6.06
30 factores para una mala cacha
1. Olor a pata: Nunca me han gustado los quesos fuertes. “Sobaco” suave y bola del día permitido
2. Olor a caca: impide el acercamiento a esa área que a veces puede ser muy interesante.
3. Micropene: no way, desde que vi en una foto el clítoris de Chyna, la luchadora gringa esa, pienso que una pichula debe tener más de 15 Cms o mejor hazte lesbiana (sin ofender a mis amiguis tortis).
4. Pirulo de Ambrosoli: Ese que tiene cuerito en demasía. Igual se perdona porque normalmente en erección no es tan terrible. Fláccido es horroroso.
5. Amante silencioso: que no diga nada de nada ni siquiera gima, no ha lugar. ¿Es persona o muñeco de acción?
6. Amante extra bullicioso: Que grite como chica playboy tampoco. La cosa debe ser moderada y ascendente. El gritón de entrada mata pasiones.
7. Solo Activos: Me cargan los que se las dan de ultra machos. ¡Anda y culéate una mina entonces! ¿Que haces con un hombre?
8. Pregunta: ¿A ti que te gusta hacer?: Descúbrelo gil, esa es parte del sexo. Pa la otra te paso un manual si queris también.
9. Frase: “es chiquitita pero juguetona”. Usted no debe autodescribirse, y menos autopromocionar un micropene. Doble falta.
10. Mordedores: lo siento sé que es personal, pero a mí me gusta morder pero no me gusta que me muerdan. Tampoco es que me traten como zapatito de cristal pero me tocó uno que casi me sacó un pedazo y le odié profundamente.
11. Chuponadores: Odio el chupón, lo encuentro chulo, antiestético y doloroso. Además me cargan los turtle necks.
12. Inodoros: Me gusta que el hombre tenga olor a hombre. El olor a DriveMatic y L´Occitane puede ser muy higiénico y sofisticado pero no es sexual.
13. La caca: si usted es de estomago débil no siga leyendo. Lo siento para máscaras faciales de excretas está el Sr. Spiniak. Y encontrarse con un zurullo en la punta del pico es total y absolutamente asqueroso. He tenido pesadillas con eso. Vaya al baño antes o no ofrezca el culo entonces.
14. Que llore, estalle en carcajadas o emita gritos extraños durante el orgasmo: Scary!!! ¿Sacará después un cuchillo y moriré entre sábanas? Vaya al psiquiatra.
15. Que no acabe: me ha pasado. Pasa, lo sé. Pero no me gusta. Me gusta una buena acabada al final y de los dos.
16. Que acabe poco: ya sé, me puse exquisito. Pero bueno es mi blog así que escribo lo que quiero. Me gusta un amante que acabe harto. No es tan terrible tampoco. Solo baja ½ punto.
17. La cara de asco post moco: Weon llevai años pajeándote y me imagino que siempre te sale eso llamado semen. Acostúmbrate. No puede darte asco. Peor aún si agrega la frase – "es que me da asco el olor". ¿Y que queris? ¿olor a sandía?
18. Piernas peladas, culo caído y guata suelta: No pido un adonis, puede tener su guatita pero el estómago de delantal no lo tolero. Piernas lampiñas lo encuentro feísimo y el poto derretido es fatal.
19. Espalda híper peluda: No sé, no me ha tocado, pero creo que no me gustaría.
20. Síndrome Pretty Woman: Me gustan los besos, me gusta besar y que me besen. No soy prostituta y no me acuesto con prostitutas.
21. Cabeza de callampón: Un glande hipertrófico no me parece excitante. Me ha tocado y de hecho estuve un mes sin comer champiñones.
22. Pico orquídea: Ese que tiene formas raras. Como una orquídea poh!. Horroroso, feo y guacala.
23. Síndrome de Muñeca Inflable: Similar al amante silencioso pero además quieto. Muévase mijito, haga algo. Siempre el que tiene que animar el cumpleaños es uno. No vale.
24. E.T.S. visible: nunca me ha tocado, pero creo que moriría frente a un chancro duro o una herida ulcerosa. ¿Las no visibles?, bueno, uno nunca sabe por eso hay que cuidarse.
25. Tufito: lo siento en ese sector exijo minty breath. Nada de dragones, por favor.
26. El insistente: ¡saca el dedo del hoyo por favor, no quiero ahora y ya te lo insinué!. Maybe another day.
27. Pichula de grifería: Me tocó y hace poco. Los penes, damas y caballeros, deben erectarse hacia arriba o al frente, no hacia abajo. No me gusta sentir que estoy tirando con el monomando de la ducha.
28. Frase: “No, yo no hago eso”: Existe algo llamado lenguaje corporal. Soy inteligente y lo entiendo. Usted puede insinuar a través de algún movimiento. Ahora es al revés, pásame el manual entonces antes de follar, gil culeco.
29. Síndrome Chorito de las pampas: el que se cree súper divo. Si ya estamos culeando no se las dé de lindo. Es una suma del activo, el “yo no hago eso”, el chico “pretty woman”, y el “cara de asco”. En resumen: una soberana lata.
30. Frase: “Es que no se, no tengo mucha experiencia”: Perdón, estamos hablando de sexo, no es física cuántica. No necesita un Magíster para saber lo que es rico. Sea imaginativo, muévase, disfrute, libérese, páselo bien. Para eso estamos. ¿o no?
31.5.06
And the Oscar goes to...
En cierto modo he logrado canalizar esa pasión por la representación usando a mis amigos y familia como mi “querido público”. Siempre soy el payaso de la fiesta., al que todos le piden que repita una y otra vez esa imitación imbecil de la chef mexicana del Gourmet.com que invita a “disfrutar los olores y sabores de esta tierra querida” y a poner “el chile nogado y la manita de cangreja con aguacate en este plato, porque este plato es muy bonito, porque este plato está cuadrado” Y yo por supuesto pongo mi mejor voz de mexicana tipo Kate del Castillo y me dispongo a divertir a mis amigos. Soy yo también el que primero se para a bailar y empieza a contornear la cintura y menear el trasero dejando a Beyonce como una aprendiz en esto de los movimientos pélvicos. Pero nunca es suficiente.
Tiempo atrás me encontraba yo junto a unos amigos en la ciudad jardín, pasando un fin de semana de sana recreación y divertimento a expensas de mi tía que amablemente me prestó su departamento. Como malos pa la fiesta y la chacota no somos, partimos recién llegados junto a mis amigos a una maricoteca de poca monta. Estuvo muy divertido todo pero no voy a contar lo que pasó porque para detalles de carretes hay miles de otros blogs a los cuales ustedes amables lectores pueden acceder. Una vez afuera del local en cuestión comenzó la búsqueda de comensales para un improvisado after hour en el depto de mi familiar. Como el alcohol y la temperatura corporal eran altos terminamos con unos bofes que jamás en mi puta vida habría siquiera osado abordar y que probablemente tres roncolas antes no habría permitido ni que me miraran (obvio seré suelto pero tengo mis encantos y no todos acceden a ellos, ejem).
Personaje 1: Cachetes de Soledad Alvear, piel color cetrino, cabellera abundante y larga con un moño. Guata de viejo cervecero y unos modales absolutamente rudimentarios.
Personaje 2: Barba de naufrago, torso de Michelin.
Personaje 3: Pómulos de Kiko, anteojos de Betty, flaco como un espárrago y ultra pavo.
Personaje 4: Una libélula cualquiera.
Ya instalados en nuestras dependencias temporales de solaz y después de un escandaloso intermedio musical empezó la repartición de los hombres. Libélula en el baño chupándome todo lo que es miembro, Michelin con mi amigo haciendo quizás qué en la pieza y Kiko, bien pánfilo parado en la mitad del living sin hacer nada, mirando a una pareja de otros amigos que estaban más doblados que churro. De repente irrumpe en mi habitáculo sanitario del placer Cachetes de Soledad Alvear y empieza a putearme sin ningún motivo. En realidad me puteaba y azuzaba a libélula a chuparme más el pirulo. De pronto sin saber como, libélula figuraba fuera del depto con su amigo Kiko y yo estaba en mi cama totalmente sumiso con la morsa bigotuda que resultó ser profesor. No me pregunten porque ni como pero me salio la Reese Witherspoon interna y empecé a interpretar lo que ha sido hasta ahora mi mejor performance.
- ¡Profesor! ¿Porque me trata mal? ¿He sido malo acaso?
- ¡Profe, profe! ¡Eso, sí, chúpeme ahí que me gusta!
A lo que el monstruo replicaba – !mira como me tenis! !Mira como me tenis¡, estoy caliente por vos, conchetumadre!
- Merezco un castigo profesor, me he portado muy mal- con mi voz más inocente y coquetona.
Una vez acabado lo que había que acabar, me entró el pánico escénico – My gosh, ¿que acabo de hacer? ¿Que hace este cachalote varado en mi cama? y que chucha dije!!!!!
La cosa no terminó ahí porque el susodicho una vez despachado con su amigo Michelin se dio cuenta que había perdido su celular y yo en calzoncillos salí a entregárselo al pasillo con la mala cueva que un chiflón loco cerró la puerta de entrada. Nueve de la mañana, yo casi en pelotas golpeando como idiota la puerta, tocando el timbre, gritando por debajo del choapino y nada. Mis amigos, por supuesto, en un coma profundo del que difícilmente saldrían en unas seis horas.
- ¿Quien mete tanto ruido?- el conserje aparece
- ¿que hace usted vestido así? Acaso no sabe que en este edifico viven niños y ancianas?- insistía con tono de inspector de colegio
- ¿Y acaso cree que estoy feliz? ¡Me quedé afuera!. – dije con una mezcla de rabia e impotencia.
Tras eso y en mi nueva posición de vedetto por accidente, intentaba dormitar en cuclillas sobre el felpudo que raspaba mis níveas nalgas, mientras una tropa de conserjes y auxiliares trataban de entrar por el balcón para salvarme de la humillación al gratín que estaba viviendo. Finalmente una vez adentro pude descansar, para despertar unas horas después a revelarles el periplo vivido a mis sorprendidos y cagados de la risa amigos.
Luego de mi actuación más memorable han sido varias otras las que han seguido pero nunca con finales tan inesperados y avergonzantes. Un clásico, - ¡soy tu putita, métemela entera! emitido por un amante de turno, al que yo le replicaba - ¡soy tu papi, cómetela toda! O a lo más una simulación de macho hétero - ¡que chucha te pasa maricón culiao, ¿querí que te la meta? terminaban en una buena corrida y punto.
Creo que el papel del alumno inocente con su maestro lo dejo vacante para otro interprete actoral.
23.5.06
Laura
Podría decirse que a nivel emocional sé manejar las situaciones y tengo una capacidad para entender lo que ocurre y asumirla.
Otra cosa es a nivel “erótico sepsual”. En general rara vez he terminado por llevarme mal en la cama y de hecho siempre busco guardar un último recuerdo grato de mi ex novio y yo enredados en los placeres carnales. No se si será una especie de marca que quiero dejar para que se vayan diciendo “puta que rico lo que me voy a perder de ahora en adelante” o simplemente quiero quemar el último cartucho disponible.
Han sido varias las veces que después de las palabras “lo siento pero no me proyecto contigo” o “estoy confundido, no se lo que me pasa” (emitidas por mi o por el novio de turno) aprovecho el dolor que siento para abrazarme y estirar las manos. ¡Lo siento! soy un ser eminentemente sexual y eso se proyecta en todo.
Una vez estábamos terminando una relación de unos tres meses con un tipo que me gustaba mucho físicamente pero la cosa no resultaba en el día a día. Yo estaba recostado en un sofá y me abracé de él y empecé entre sollozos a hacerme el cariñoso. Terminamos tirando como locos en la cama de mis papás y de hecho fue la primera, única y última vez que le preste el poto para que se fuera conociendo todos los aspectos de mí. Por suerte para mi era el término de esa relación porque de verdad era mejor meterse una zanahoria congelada por la raja que dejar que te lo metiera. Cero gracia, el aparato aquel definitivamente no estaba diseñado para dar placer.
En otra oportunidad terminé muy civilizadamente en el Cangrejo a Conejo comiendo y tomando de lo lindo. Era el fin de una relación muy bonita pero que no estaba destinada al amor. Como no peleamos nada y fue todo buena onda, el reciente ex me invitó a su casa a tomar un café para seguir conversando. ¡Mmmh, seguro! – pensé yo- éste quiere el último revolcón. Por lo mismo yo entrando a su casa me tiro directo a besuquearlo, cuando me doy cuenta que estaba cagando fuera de tiesto y él quería efectivamente tomarse el cafecito. Pero como ya estaba ahí y no quería quedar en ridículo empecé a forcejear hasta llegar a su boca.
- No suéltame, si no quiero nada contigo
- ¿Como no, seguro?- Y empecé a correrle mano.
Tras varios forcejeos la cosa terminó en una especie de violación que se volvió de lo más caliente y que terminó por excitar a mi partner y dejamos la zorra en el living entre empujones, revolcones y una especie de lucha libre de lo más cachonda. Parecía una escena del programa de Carmen Electra en FX, ese de pelea de hembras desnudas, pero en este caso éramos fornidos varones. Los dos sudorosos en pelota agarrando por todos lados y haciendo las llaves más enredadas arriba de los sillones y en el piso.
Hace muy poco terminé con mi actual pololo. Me citó a su casa y empezó con el típico discurso de la no proyección y de la confusión mental. Yo había tenido un día pésimo y de verdad me pilló completamente de sorpresa. Quede mudo. Totalmente speechless. Ni asomo de calentura solo rabia. En mi mente una escena de Laura en América en donde yo le gritaba: - ERES UN DESGRACIADO, SERRANO COCHINO. Pero yo seguía mudo. - SRTA, LAURA IMAGINESE QUE HACE UNA SEMANA ME DIJO QUE ME AMABA Y DESPUES TERMINAMOS EN LA CAMA YO PEGANDOLE PALMADAS EN LAS POMPIS Y ÉL MUCHO GOZABA, SEÑORITA. Pero nada, yo solo pude decir que lo entendía y que en realidad prefería hablar en otro momento porque estaba muy sorprendido.
– En realidad no hay nada más que hablar- espetó.
– Ah, entonces mejor me voy. Pero en realidad lo que yo quería decir era: -MUGRIENTO, NECIO, ANIMAL. DOCTORA, IMAGINESE QUE HASTA ACEPTE A SUS AMIGOS QUE ME PARECIAN UNOS INMUNDOS DE LA PEOR CLASE Y ME DEJA ASÍ COMO ASÍ.
Pero no, mi puta asertividad me impidió explotar y mechonearlo como peruano pagado en televisión y más encima me quede sin carrito sanguchero ni puesto de salchipapas para pasar mi rabia y pena.
Por ahora estoy de vuelta en las polladas y espero aprender a pasarlo bien sin meterme en relaciones que me llevan a situaciones que no merezco.
Corolario: usted no le diga a su pareja que le ama sin sentirlo, mire que hasta el corazón más frío e insensible se quiebra.
12.5.06
Orgasms
Es increíble el poder que tiene un orgasmo y todo lo que mueve a su alrededor. Millones de dólares en la industria cinematográfica porno, otros tantos millones de sitios de Internet. Grupos de adoradores de osos, S&M, leather, látex, cubs, chubbies, daddies, asiáticas calentonas, viejitas en celo y negras culonas. A eso súmenle clubes de picos largos, de fetichistas de pies, de comecacas cerdos, de “golden shower lovers”, etc. Y todo termina en ¿qué? Dos putos segundos de un placer intenso e indescriptible.
Me acuerdo de un libro de “educación sexual” que tuve en mi infancia llamado “¿Qué me esta pasando?” en donde enseñaban a los prepúberes a identificar los cambios que experimentaba su tierno cuerpo. Unos monos horrendos y lo menos calentones que hay, te mostraban que te iba a salir pelo en la diuca y que era normal tener el pájaro distinto al de tu amiguito. En general todo era una gran bobada y no había nada muy interesante en él. Punto aparte eran dos páginas en que graficaban con dibujos “realisticos” la evolución del cuerpo del hombre y la mujer desde los 12 a los 18 años, el de 18 estaba como quería, me lo habría hecho rechupete.
El texto no era menos mamón y lo peor de todo era la pseudo definición del orgasmo, “el orgasmo, querido amiguito, es muy parecido a esa rara y simpática sensación que tienes cuando estornudas”. JA. Cómo si un mísero estornudo fuera a tener la capacidad de movilizar a toda una masa de califas consumistas de placeres visuales, olfativos y gastronómicos que le agreguen sabor a ese rico y esquivo segundillo de goce. Ya me imagino una película porno: un gran y brillante sol que te produce el más grande de los estornudos. O los juguetes sexuales: una tierna y suave pluma que cosquillea tu nariz y un pimentero rosado con hoyos king size.
Pero ¿cómo chucha entonces se puede definir un orgasmo?. Ya que no podemos definirlo voy a tratar de clasificarlos desde mi pura y simple experiencia.
CATEGORIA A: ORGASMOS SOLITARIOS:
El primer orgasmo: uy que rica el agüita, a ver, probemos que pasa si me pongo la ducha de teléfono en la pirulina, mmmmmmhh, ahhhhhhhh, ¿¿¿mmm??? Ahhhhh, AHHHHH, AHHHHHHHHHHAHAHAHAHAHAH. ¿Que mierda fue esto? Pero puta que es rico.
El orgasmo “paja rápida”: ese es limpio y ejecutivo. No necesita de mayores implementos. Unos minutos de manuela y salta el moco, listo, nada más. La sensación: rica, corta, no muy interesante pero cumplidora. Suele utilizarse en la mañana antes de salir apurado al trabajo o universidad.
El orgasmo “paja lenta”: es la paja de la noche. Esa que uno esta esperando todo el día y que normalmente va acompañada de una serie de estímulos adicionales llámese revista porno, película ídem, aceites o lubricantes y su respectiva “mantita” o confort para el higiénico (como yo, he de aclarar). Este orgasmo le lleva más parafernalia. Uno le pone cuática. Hay quejidos, agarres de distintos ángulos y la lechecita es más abundante y saltarina.
El orgasmo Internet: precedido por un gran dolor de bolas (tras horas de pajearse frente a la pantalla), este orgasmo puede ser muy intenso y tiene una producción lechera que ya se la quisieran Loncoleche, Soprole y Surlat. Ojo, puede también ser nada de placentero si las horas de estímulo manual cibernético exceden las 5 horas y fracción.
El orgasmo anal: para los valientes y exploradores. Requiere de algunos implementos adicionales descritos en detalle en el post anterior. En todo caso si no hay nada a mano, buenos son los dedos. Este orgasmo es cualitativamente muy distinto a los anteriores. Podría decirse que es un orgasmo más profundo y visceral. Mucho precum (o liquido seminal para los ilustrados) y moco más bien esquivo y poco atlético (no salta la wea). Altamente recomendable pero de proceso más lento y engorroso.
El orgasmo spider: Qué sé yo, no soy mina y ellas son muy recatadas en ese tema por lo que no me he enterado de nada al respecto.
CATEGORIA B: ORGASMOS EN PAREJA
El orgasmo fome: Similar al orgasmo “paja rápida” pero en pareja. ¡Pa que mierda me acuesto con este hueva si me pajeo más rico!
El orgasmo triple X: Hollywoodense, escandaloso. Digno de Pavel Novotny. Este orgasmo normalmente va acompañado de un muy buen amante, que te lleva al límite constantemente pero sabe cuando parar. Resultado final: Moco saltando hasta las paredes, pecho rojo (que fea la palabra “pesho” pero en fin), cuerpos sudorosos y jadeantes acompañados de cara de risa.
El orgasmo top: Para este tipo se requiere de un amante dispuesto a prestar el poto. Una vez adentro este orgasmo suele ser apurete y terco. Uno siempre se va antes de lo que quisiera. - Que rico, que rico, ay, oops, acabé -. Este orgasmo es recomendable como segundo plato, con menos ansiedad y con la turula menos sensible, ahí es un manjar de los dioses. No hay exposición láctea, todo queda contenido en el gorrito (sí amigos, este blog promueve el sexo seguro)
El orgasmo bottom: El que presta el poto es usted (o bueno, yo en realidad). Posterior al sufrimiento intenso del ingreso y con la mente fría y dispuesta a gozar, este orgasmo es delicioso, extraño y hueveado. Me atrevo a decir que el varón puede experimentar algo cercano al multiorgasmo femenino. Por lo menos así lo he experimentado yo algunas veces. Una mini eyaculación previa y una masiva ametralladora de espermios posterior valen el dolor de culo al día siguiente.
La lista es larga y da para mucho más pero creo reunir en estos mencionados los más relevantes y clásicos de todos.
4.5.06
Toy Story
Un año me dio la obsesión de que tenia que tener una máscara de goma tipo cara de monstruo, que a mi parecer era lo más alucinante que podía existir (habrá que hacer un análisis psicológico posterior de que significaba aquello). Por supuesto la máscara nunca llegó y a cambio recibí una saltigoma - una especie de chupete gigante que permitía elevarse por los aires a brincos (10 cm a lo más, pero algo es algo)- y un juego que se llamaba “El dedo mágico” y que consistía en una serie de láminas con circuitos ocultos - cosa que ahora entiendo pero en ese entonces era simple magia- junto con una especie de lápiz con punta metálica y una luz roja en la parte trasera. La gran maravilla era que uno relacionaba una pregunta con una imagen y si acertabas se encendía la luz. Obviamente en el momento que abría ansioso los regalos para encontrarme con mi nueva faz de hule encontré que esos juegos eran lo peor del mundo y me fui amurrado a mi dormitorio a llorar (¡que niño!). Finalmente ese verano me divertí de lo lindo saltando en mi chupetón gigante al lado de mi hermana y mis primas en sus saltarinas y me lucí frente a mis amigos con mi “dedo mágico”.
A medida que pasaba el tiempo mi interés por los juguetes de manufactura industrial y con meros fines didácticos o de sano entretenimiento fue mermando o más bien evolucionando hacia un nuevo interés por los juguetes, pero esta vez de construcción casera y cuyos propósitos no eran precisamente didácticos (¿o sí?).
Mi primer juguete sexual fue una naranja. Tan simple como una naranja. No recuerdo bien si fue por el dato de algún compañero o simplemente mi obsesa compulsión por la búsqueda de nuevos placeres sexuales, pero el tema es que un simple agujero, realizado con un cuchillo abriendo la carne de tan sabrosa fruta, provocó sensaciones nuevas y fascinantes en mi juvenil miembro. Eso fue al principio, ya que una vez que el mete y saca se volvió más intenso y descuidé el mantener alejado el jugo cítrico de la boca de mi aparato sexual, el ardor intenso, casi insoportable, hizo que dejara las naranjas para su uso mundialmente conocido.
Tiempo después en una de las revistas que había adquirido en mis viajes al downtown santiaguino (ver post anterior) se hablaba de los placeres del ano. ¿Qué podía tener de placentero el ano? Mi inocencia era de una ternura abismal. ¡Había un mundo de nuevos placeres por ahí atrás!. La descripción de la revista era bien explícita. Alrededor de 2 a 3 cm al interior del recto se encontraba una glándula denominada “próstata” similar en tamaño a una pequeña nuez que al ser estimulada provocaba en un principio unos intensos deseos de orinar pero que tras esa sensación inicial ocasionaba un placer no comparable a todo lo conocido. ¡Que me han dicho!, revista en mano corrí al baño a experimentar de que se trataba esta sensación sin igual. Fue ahí cuando me acorde del famoso “dedo Mágico”, claro que esta vez era mi dedo y no el aparatito del juego. Otra puerta sé abría en ese mismo instante. Nuevos horizontes en mis placeres onanistas. Mi dedo era mi nuevo juguete y ¡que bien lo pasaba!.
La creatividad e ingenio desarrollados con los juguetes que el viejito pascuero me regalaba año tras año me instó a observar a mí alrededor para ver qué nuevos juguetes podrían incorporarse en mis paseos al baño.
Fue así como una vez más recurrí al mundo vegetal para animar las horas de ocio. Esta vez la invitada fue una fresca y crujiente zanahoria.
- Materiales: una zanahoria tamaño medio recién sacada del refrigerador, un cuchillo y aceite emulsionado a gusto.
- Procedimiento: Pele la zanahoria, quítele las asperezas y dele una forma redondeada. Aplique aceite emulsionado en el área a trabajar e inserte suavemente. ERROR!!!! Nadie avisó que el intenso frío del vegetal recién sacado de la heladera provocaría un intenso dolor y una inmediata perdida del deseo sexual.
- Resultado: Nuevamente los vegetales me jugaban una mala pasada.
Por ahora he dejado los juguetes de lado, como niño grande que soy, pero debo reconocer que en algunas de mis vueltas por sex shops me vuelven las ganas de juguetear.
Quizás le pida al viejito pascuero un regalito especial para la próxima Navidad.
26.4.06
Porno
A veces tengo ganas de comer algo salado, algo dulce, comida italiana o sushi, otras quiero escuchar música electrónica, relajada, chill in chill out, sandunguera y hasta cebolla romántica, también a veces me calienta ver una de bel ami, de peludos cochinones y hasta alguna guarrada medio kinky. Es totalmente comparable.
Mi primer approach al porno fue como a los 13 años en la casa de un compañero de curso. Estabamos un grupo de unos 6 en su pieza y él tenía un VHS con “Taboo”, una porno en la que el gran conflicto era que un joven ochentero se afilaba a la mamá. No lo podía creer!. Frente a mis inocentes ojos unas jugosas mucosas en plan de mete y saca que provocaban una erección de proporciones en mí y, lo más excitante aún, en mis compañeros. De hecho en las partes en que solo salía la mina (la madre en cuestión) yo me dedicaba más a mirar las reacciones de mis compañeros y cómo varios de ellos se tocaban la entrepierna aparentemente enhiesta. Muchos más no pasó y como éramos pendejos todo eran risitas incomodas y hueveos tontos propios de preadolescentes en grupo. Por supuesto después de eso y en la soledad de mi habitación apliqué Manuela como nunca antes… frente a tamaño estímulo era fácil evacuar la producción de mis gónadas al exterior (estoy mejorando mi lenguaje o no?).
Posterior a mi videoincursión y ansioso de más material para mis pajas descubrí que un compañero tenia una especie de PYME consistente en vender hojas de revistas porno (todas straight por supuesto) a precios módicos. El sistema era: 1) reunirse en una plaza afuera del colegio 2) proceder a la revisión del material gráfico 3) escoger la o las páginas que incluyeran aquellas imágenes que provocaran el mayor estimulo en el individuo 4) pagar la suma de $50 o algo así 5) el microempresario retiraba la pagina en cuestión de la revista 6) se realizaba la entrega del producto 7) correr a la casa 8) encerrarse en el baño 9) correrse la paja hasta la locura viendo el material recién adquirido. Normalmente el paso 9 se repetía durante varias veces en el día y la semana siguiente y subsiguiente hasta que el pobre pedazo de celulosa procesada terminaba hecha un estropajo. Mi elección siempre era aquella en que la imagen reprodujera a la lola siendo atravesada o saboreando el miembro de un robusto varón, aun cuando esas eran las más escasas ya que el material adquirido por mi dealer tenia carácter heterosexual y más cercano al softcore.
Ansioso por estímulos más cercanos a mis incipientes preferencias sexuales y aburrido de los catálogos de falabella y almacenes parís y sus calzoncillos abultados sin cara ni cuerpo (que en algún momento me hacia rechupete pero ya no tenían la misma gracia) descubrí en el dormitorio del hermano de mi amiga vecinita una revista de fisicoculturismo… zungas y músculos a destajo… eso era como el cielo para mí. Caliente siempre he sido pero ladrón nunca (bueno..casi..pero eso es para otro post), por lo tanto le eché una ojeada rápida y empecé a buscar en los kioscos de mi barrio si existían tales revistas. Para mi sorpresa y emoción había muchas y eran relativamente baratas. Igual reconozco que la primera vez que compré una me dolía la guata y me moría de plancha. Yo, un púber flaco lo más lejano al macho recio y a kilómetros del fisicoculturismo, comprando revistas para cabezas de músculo que buscaban la mejor manera de desarrollar el deltoide con pesos libres y en banco inclinado y la mezcla perfecta de batidos hiperproteicos. Eran bien chantas esas revistas, los paquetes se reducían a la mínima expresión (probablemente producto de los anabólicos, cuestión que sé ahora) y la cosa del músculo a mil y el aceite brillante en un cuerpo ultra depilado no lograba los efectos requeridos por mi ya insaciable deseo visual. Pero era lo que había.
A pesar de que veía algunas revistas porno en el mismo kiosco que me proveía de mis revistas de interés fisicocultural, no me atrevía a comprarlas y probablemente no me las habrían vendido porque era muy pendex. Además que el kiosco quedaba muy cerca de mi casa y por supuesto como uno anda mas perseguido que perro un día antes de la parada militar no estaba dentro de las posibilidades.
Tiempo después en alguna visita al centro de Santiago (que era un territorio completamente desconocido para mí en esa época) descubrí que la variedad de revistas porno era exorbitante. Un día me arme de valor y tome la micro y camine cuadras y cuadras hasta encontrar el kiosco mas escondido y menos visitado de todo el Paseo Huérfanos y pedí una revista.
- ¿me…eee.. da…. esa… revis..ta..? –
- ¿CUÁL?¿QUÉ REVISTA?
- eee…saa.. de aahí- apenas me salía la voz y sudaba como chivo
- AH, LA 100%
- Sii
- ¿Y QUE EDAD TENIS? – me decía casi gritando el viejo pesao.
- Dieciiocho? – no me la creía ni yo
- YA, SEGURO. TOMA, LUCA!
Pase la luca y salí corriendo más rápido que nunca. Metí la revista a la mochila sin siquiera verla y me subí a la primera micro que encontré. Una hora después estaba en el baño de mi casa, viendo como un tipo increíble y con una pija de dimensiones infinitas se afilaba arriba de una roca a una rubia de tetas tipo melón calameño. Para resumirles la historia me pajee unas 4 veces ese día y termine casi con jaqueca.
Mis visitas al centro se hicieron una costumbre y cada vez el dolor de guata se hacia menor. Todo bien hasta que a mi mamá se le ocurrió ordenarme el closet. Yo no me había dado cuenta de nada hasta que ella me dijo en la comida que había encontrado unas revistas medio cochinas en mi dormitorio y que no era bueno que yo viera esas cosas y blablabla. Yo, mudo, fucsia, agaché la cabeza y no dije nada.
Mi hermano tenia computador en su pieza y tenia conexión a internet, algo totalmente nuevo y raro para la época, pero como él estudiaba ingeniería cachaba “n” de computación y mis papás le pagaban la conexión “súper ultra rápida” vía módem. Por supuesto que el acceso al computador era casi imposible para mí, el pendejo que estaba en colegio y que no tenía porque acercarse ahí. Pero como siempre he sido insistente y metiche, apenas mi hermano salía yo me metía a navegar (si es que se le puede llamar navegar a esperar como 10 minutos a que baje una mísera y cagona foto).
PRRRIIIIIIIIIIIIÑIIIIIIIIPRRIIIIIIIIIIIIIII (sonido de módem conectando) y ahí estaba todo ese mundo nuevo a mi disposición. Pasaron varios meses hasta que me atreví a poner la palabra “gay” en un buscador, y de ahí no paré más. Menonthenet.com se transformó en mi nuevo kiosco de la esquina y a cero peso. Claro que mis desveladas hasta las 5 o 6 de la mañana borrando de a uno las putas cookies y los fucking archivos temporales de internet hacían bien tediosa la función (era Windows 3.1, figúrense).
Relatos eróticos impresos por miles, imágenes en carpetas zipeadas con clave, y uno que otro animated gif hicieron que me percatara que si me pajeaba frente al computador (o en cualquier otro lugar) por muchas horas seguidas sin acabar, las bolas se me hinchaban y me dolían como nunca, pero tenia una eyaculación de litros!!!!!.
Con el tiempo y junto a mis amigos del primer post, vi la primera película porno gay. Salían tres rubios con melenas tipo Jacskon Five muy ochenteras, con pirulas bien blancas y bien largas que se metían y se sacaban de todos los huecos imaginables (y sin condón). Después un cortito con un peludo que chupeteaba las botas de otro peludo en cuero y que terminaba follando en una especie de garage mecánico. Ahí tuve otro descubrimiento, me di cuenta que no solo las minas se mojan. Mis calzoncillos estaban todos pegotes con lo que descubrí (vía internet) se llamaba pre cum (o liquido preseminal).
Desde ese momento hasta hora mis mejores amigos en la soledad son e-mule, limewire y todos los peer to peer que me permitieron hacerme de una colección gigatomica de porno.
18.4.06
Penis size
punto 1: mi obsesión con el pico en general,
y punto 2: la constante en mi cabeza de cómo lo tendría el resto de los hombres.
A propósito de este tema, quería hacer una fe de erratas respecto de mi post anterior..y no es menor!!! Efectivamente esa fue la primera vez que tuve sexo con un hombre ( o dos, bueno ya!) pero ya había tenido unos intentos previos pero de carácter más inocentón… alrededor de los 11 o 12 años veraneaba con un amigo y gran parte de nuestra diversión tenía que ver con sexo… nos pajeábamos juntos, comparábamos nuestras pichulas y un día jugamos a culiarnos (tal cual!! Oye, ¿Juguemos a culiar?), aclaro que nada mayor pasó pero hicimos el intento… bueno eso será motivo de otro post.
El tema es que probablemente en esas comparaciones preadolescentes se generó en mi un gran interés en el famoso tema del tamaño del miembro. Este amigo tenía un pene muy chiquito y flaco, claramente aún no se desarrollaba y yo por el contrario ya había empezado a desarrollarme y tenia un buen pedazo down there… probablemente eso le llamaba la atención a mi amigo porque con el paso del tiempo nunca más supe de actividades homosexuales en él y de hecho ahora es un gordo bien simpático, simplón e inocente con una señora e hija.
Bueno, el periodo post amigo de la infancia y pre “real first time” fue bien extenso y de puro lateado y caliente me puse a averiguar en donde fuera todo acerca del tamaño del pene… enciclopedias (no dice nada), libros de fisiología humana ( en uno encontré algo que decía que el pene en estado erecto tenia alrededor de 12 cm, en Lilliput será!!) y el siempre salvador Internet… yahoo, altavista (google aún no existía) search: penis size… así me encontré con miles de páginas que ofrecen alargar el pene…no era mi idea…. y varias otras que trataban sobre lo que me interesaba. Yo me instalaba con huincha de costurera en mano (es la más útil porque es “maleable”) y me comparaba con el resto del cyberespacio. Así me enteré que de acuerdo al Definitive Penis Size Survey (una encuesta que ustedes queridos amigos lectores pueden tomar en el siguiente link: http://www.sizesurvey.com/quest.html ) una pichula chica es de 14, 2 cm, la salchicha promedio es de 16, 2 cm y la longaniza grande le lleva 18, 1 cm.
Gracias a eso, previo a mis incursiones con otros hombres, y tras 25.570 veces que me medí la pichula; siguiendo todas las técnicas descritas por Richard Edwards, el Dr. Kinsey, y otros académicos de la longitud peniana; con huincha, regla, tirita de papel e hilo con nudo; en todos los estados de erección, flaccidez, posterección, y un interminable etcétera; me enteré que mi tulita era del grupete de las grandotas.
En mis primeros encuentros con otros “miembros” del mismo sexo la verdad es que el tema del tamaño nunca fue tan relevante, mal que mal estaban pasando miles de cosas por mi cabeza y estaba experimentando miles de sensaciones nuevas. Pero cuando ya eso dejó de ser novedad me empecé a fijar. Efectivamente la gran mayoría de las veces la mía era más grande que la del compañero de turno, pero no encontraba nada malo en las otras, era todo muy normal.
Todo hasta que me enganché de un mega mino increíble, alto, guapísimo, güen cuero, etc. además nuevito, cosa que siempre es un plus para mí…perfecto, de hecho no creía que el se fijará en mi... peroooo… la llama que sentía en mi cuerpo se apagó de un paraguazo cuando después de la 3era cita (sí, no fue a la primera, tan sucio no soy!!! Jajajaja, ni yo me la creo) apareció su penecito chiquitito y flaquito en mi mano…. Que lata… nada mas fome que chupar una micropichula y que decir de pajearla, no es talla que se necesitan pinzas. De hecho él muy amoroso me decía “mi burrito”( y no por tonto), claro al lado de su cosita cualquiera era un mega donkey. El gran problema después de unas semanas no fue el pequeño desarrollo de su humanidad, sino el poco conocimiento para su uso y la nula creatividad en el territorio erótico sepsual, hecho que se le perdona a una rica y sabrosa pirulina tamaño “regular” pero no a esas especies miniatura. Nadie entendió porque mi noviazgo con Mr. Perfecto terminó tan rápido.
Tiempo después me toco estar del otro lado, frente a mi un minazo (un poco mayor que yo) peludo, medio rubio y con una tulota gigante!!!! De hecho llegaba a ser medio monstruosa. Debo decir que estaba muy entretenido manoseándola hasta que su color ultra blanco y su tamaño king me hicieron recordar una blanda y babosa jibia. Hasta ahí no mas llegó el cuento, hasta olor a cefalópodo le encontré…
Después de esos eventos nunca tuve otro contratiempo similar hasta mi encuentro con Mr. Peanut… definitivamente the smallest dick ever… era de no creerlo. El tipo muy simpático, guapo, flaquito y bajito (lo que no quiere decir nada, ojo) estabamos dele que suene y de repente aparece ante mi su tulina… era del porte de un maní y no estoy exagerando (y no del maní más grande del paquete de maní tostado.. no… del típico maní de 2 manicitos adentro)… aparentemente algo no funcionaba porque él se disculpaba con que no se le paraba porque se había tomado unas anfetas o algo así. Mucho no le creí porque el manicito estaba duro y aunque creciera en un 300% seguía siendo un nanomiembro. Bueno, como uno es ocurrente siempre sabe que hacer frente a una situación así, por lo que igual lo pasamos chancho ( no me acerqué al peanut) pero terminamos de lo más felices y de hecho hasta pensaría en una segunda cita con él (si no estuviera pololeando ahora).
En definitiva prefiero la salchicha promedio tirando pa’ longa aún cuando los pobrecitos no tan beneficiados tienen salvación, pero deben esforzarse más.
7.4.06
La primera vez
Imposible olvidar la primera vez que tuve sexo con un hombre (¿o debo decir inmediatamente con dos hombres?), Bueno eso debe esperar, lo primero es lo primero.
Cuando estaba en el colegio me preguntaba cuál era la gracia que le encontraban mis compañeros a atracarse a las minas... yo a pesar de tener buena pinta y ser bueno pa la chacota no tenía mucha llegada con las chiquillas, está claro que la cosa química no funcionaba por ese lado, pero tan mal no me iba. Alguna compañerita por ahí o una minita de la fiesta de colegio que se me tiraba encima y yo, como había que hacer, le respondía con unos buenos besos y una sobajeada rápida. Si, lo reconozco, algo me excitaba... de hecho se me paraba el coso y todo, pero eran mas los nervios que la gracia del asunto. El tema es que por mas que lo intentaba no le encontraba la maravilla. Muchos años después, mi primera y única experiencia sexual con una mujer fue de lo más vergonzosa e incomoda… la niña era brasileña y mucho menor que yo, pero tal parece que la sangre del mato grosso les enseña desde niñitas a dejarse llevar por los placeres de la carne. Ella tenia unas pechugas descomunales (que de hecho es lo que más me gusta de las mujeres) y me pasé un buen rato jugando en esa área…ya cuando la cosa estaba poniéndose suficientemente calurosa desapareció mi pantalón y el calzoncillo y manos van manos vienen terminé con el manhuaco entremedio de las tetotas de la garota. Puedo decir entonces que por primera vez (y única y última) anduve de paseo en Rusia. Mucho no me acuerdo de lo que pasaba pero después de eso y sin decir agua va la niña en cuestión tenia mi recién estrenada humanidad en su boca… cuento corto, no alcanzó a darle dos chupaditas al loly y me fui cortado sin siquiera alcanzar a advertirle. Por supuesto me puteó de lo lindo, pero le entendí la mitad entre la vergüenza y el portugués.
Hasta el momento todo bien pero más allá de la cosa genital no le encontraba demasiado asunto al vapuleado tema del sexo.
Bueno, un año después y ya entrado en la veintena me hice amigo de un compañero de universidad que era claramente gay. Nos cagabamos de la risa, hacíamos puras idioteces y teníamos una amiga que era entera chalá y que se prestaba para todas las tonteras que hacíamos. Bueno además nos juntábamos a hacer trabajos en grupo (sin la amiga). Él vivía en un departamento con un “amigo”. Todo bien, el amigo muy buena onda era artista así es que había cuadros pintados por él por todos lados. Mucho ángel kitsch, virgen con cara de alguna amiga X, etc. Después de varias visitas empezó a aparecer un desfile de personajes dignos de película de Almodovar; un amigo dark (los góticos todavía no aparecían en escena, o al menos no estaban en mis libros) que ademas hacia caricaturas y que en vez de caminar saltaba; otro amigo que el unico grupo de pelos que tenia era una especie de cola de conejo rosada en la nuca y que se vestía entero de látex (scary) y dos amigas ultra femeninas que extrañamente nunca se separaban y siempre hacían grupo aparte entre ellas. Bueno, yo era novato en el tema pero estúpido nunca he sido y claramente todo estos personajes distaban de ser heterosexuales, pero nada de eso se hablaba. Nunca en mi vida me había sentido tan a gusto, lo pasaba chancho y tenia esa extraña sensación de estar haciendo una maldad, pero en el fondo no hacia nada malo, solo observaba este mundo nuevo que aparecía frente a mis ojos.
Un día llegamos de la universidad sin previo aviso y mi compañero entró muy apurado a la pieza sin darse cuenta que yo venia detrás de él. Ante mis ojos sobre la cama de dos plazas, un enorme cuadro de mi compañero y su “amigo” dándose un beso en la boca. Una especie de explicación que nunca encontró el rumbo y los dos medio incómodos nos hicimos los huevones y empezamos a trabajar. Al rato llego la otra mitad del cuadro y como siempre nos pusimos a hablar boludeces pero esta vez acompañadas de un vino que él había traído. Dos botellas después empezaron a salir los disfraces… unos hot pants plateados, la boa de plumas y yo ya estaba en mi salsa. Después los jueguitos, sale una huincha de costurero y empieza el clásico ¿quién la tiene mas larga? …por supuesto yo muy bien portado me la fui a medir al baño, pero tenía que decir la verdad de vuelta… una cosa llevo a la otra y terminamos midiéndonos los aparatos enhiestos unos a otros. Fue ahí cuando me acordé de mis compañeros de colegio, lo que con las brasileñas, compañeras de colegio y lolas varias había sido un mero cosquilleo genital, con mis nuevos amigos era una explosión hormonal que sentía desde el dedo chico del pie a la punta del pelo. Para no caer en el cuento erótico y la chambonada en este primer post solo diré que acabé una vez encima de cada nuevo amigo y después de una rápida despedida, algo incomoda, me volví a mi casa sintiendo que todo el mundo en la calle me miraba y sabia que había estado tirando con una pareja y más encima hombres. El olor que tenia impregnado en el cuerpo me excitaba demasiado y una vez en mi cama me mandé como tres pajas al hilo. La verdad es que de culpabilidad al día siguiente cero.
Algunos días después volví donde mis amigos y dormimos una siestecita en una colchoneta en el living y el amigo de mi amigo alargó las manos y me empezó a toquetear. Yo como andaba como tonto con la cosa no me percaté que la situación ya no le era muy graciosa a mi amigo y él se levantó un poco molesto y dijo que tenia que hacer algo y se fue. Ahí me di cuenta que yo le había gustado al pintorcillo famoso y a decir verdad a mí me gustaba bastante más que mi poco agraciado amigo. Pero la cosa no funcionó, repentinamente me aparecieron todas las culpabilidades y miedos (bien informado estaba de todas las ETS y demases). Unos besos locos y unos toqueteos varios y me fui cascando a mi casa.
Con mi amigo ya nunca fue lo mismo. Tiempo después me enteré que se separaban y, a pesar de que quería un montón a los dos, ya no me atrevía a hacer mucho más, porque la intuición que algo de culpa tenía yo rondaba por mi cabeza.
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