Aclaración: En general no me gusta que los gays se mujereen. No me agrada la cosa de andar hablando como si fuéramos minas y tampoco me gusta la mariconeria excesiva. Pero como soy un cola inconsecuente acá va un listado aleatorio y alfabético de mi lado más fleto.
Aretha Franklin, Abba: Canto como desquiciado y a toda boca “Natural woman” de Aretha y hago una semi coreografía patética en que simulo sentirme como una mujer plena. Por otro lado no puedo evitar emocionarme un poco cuando entono “Gracias por la música” (sí, en castellano) de Abba porque “soy muy sencilla y algo aburrida tal vez” y “por eso quiero dar las gracias a las canciones que transmiten emociones” “que suerte tuve soy tan dichosa al cantar” y toda esa mariposona canción que me fascina.
Bokhara, Bunker: Sí, soy un disco boy. Me encanta arreglarme, ponerme guapo y salir a destrozar las pistas de baile. Me da lo mismo donde sea. Voy a todas. Siempre digo, “ya, nunca más voy a esa mierda” pero termino arriba de las tarimas contorneándome con desenfreno prácticamente todas las semanas (todas en realidad).
Cremas: Me he echado crema en la cara desde que tengo uso de razón. Sé perfectamente los usos de un astringente y una humectante. Me exfolio constantemente y me compro la última novedad en belleza liposómica, retinolica y colagenica. La sección de belleza masculina del duty free pasa susto cuando me aparezco. También saco todos los sachets de muestras gratis de las revistas y me los “aplico” (termino muy cola) aún cuando sean cremas para ancianas de cutis agrietado y fláccido como sharpei.
Drag Queen: No le creo al que me diga que nunca ha pensado en vestirse de mujer, bien exagerada, con mucha teta, mucho maquillaje y cantar y bailar con la gracia de Nicole Gaultier o Maureen Junot (¿así se escribe?). Toda loca que se precie de tal tiene en su interior una Petra Pérez en potencia. Bueno, yo en mis años mozos cuando no conocía a nadie y era bastante menos prejuicioso me metí en una falda tubo de lycra morada, me chanté una mega peluca blonda, pestañas postizas y unos tacos de 12 cms y me fui con un amigo en las mismas a bailar. Fuimos la sensación de la noche y les prometo que ha sido una de las noches más divertidas de mi vida. Ahora lo pienso y me muero de plancha y lo encuentro bastante patético, pero a la vez me enorgullezco de haber sido capaz de hacer el ridículo más grande de la historia y salir airoso.
El extraño retorno de Diana Salazar: The gayest soap opera ever. Lucia Méndez con los ojos cambiando de color fue mi placer culpable desde mi tierna infancia.
Flashdance: El salto de Jennifer Beals es un clásico en mis cumpleaños. Corro de un lado al otro del salón y brinco por los aires al ritmo de “What a feeling” (o “Guatapique” como le digo yo). Y que tal la clásica escena del agua cayendo sobre la malla de lycra y las polainas de la chiquilla en la silla. Sé que muchos han soñado con hacerla pero por problemas exclusivamente técnicos no lo han hecho.
Gwen Stefani: Ídola total, demasiado cool. La amo desde los principios de “No Doubt”. Y sus videos son lejos los más inspiradores para mí.
Hernández, Myriam: No me gusta pero reconozco que su video de “Huele a Peligro” con el chorreo por encima de ese vestido horripilante con la banda negra que le afirmaba una teta, he tratado de emularlo bajo toda cascada, salto de agua o juego acuático que he encontrado.
Indio Pícaro: Siempre lo levantaba para verle la tula (no se me ocurrió nada más con I).
Jabones: La loca no puede usar Le Sancy. Tiene que ser el mega jabón ultra oloroso con incrustaciones de quizás que mierda, que exfolia, humecta, aromatiza, relaja y una cantidad de cosas que uno ni se imaginaba que una barra de grasa procesada podía hacer.
Kilos: La obsesión por el peso y la figura no es exclusiva de las minas. No, señor. El varón colipato cuenta calorías con la misma facilidad que lee el diario. Sabe las combinaciones perfectas de carbohidratos y proteínas para no terminar con una panza de proporciones. Y se martiriza en el gimnasio para lucir su cuerpo tonificado aún cuando odia hacer ejercicio más que nada en la vida.
La novicia rebelde: So long, farewell Auf Wiedersehen, Goodbye, lalalalalalalalalala. No soy fanático pero Julie Andrews y la tropa de pendex cantando esas canciones mamonas han amenizado no pocas veladas con mis amigos colibríes.
Mamá: Es innegable. Todo gay tiene a su madre en un altar. “Lo que pasa es que mi mamá esto, mi mamá aquello, mi mamá me dijo que, a mi mamá le paso lo siguiente”. Es una constante en cualquier conversación con un chico rosa. Fíjense y de ahí me comentan.
Ah, Madonna... también es con M… se me había olvidado y varios me matarían por esa omisión. Pero ven como mi madre está primero.
Nadia Comaneci: Gozaba con la película de la vida de la gimnasta rumana. ¿Por qué? Ni idea, pero cada vez que se iba a tomar el tazón de cloro en vez del agua yo sufría. Ahí aprendí también de los desordenes alimenticios y lo que era un 10 perfecto. Que mariconada más grande, god.
Ñuñoa: La comuna donde vivo.
Onanismo: Claramente no es exclusivo de los gays, pero puta que es bueno pa la paja uno. Lo que sí creo es que el chiquillo mariposa le aplica creatividad infinita para hacer del placer personal una novedad constante.
Pedro Almodóvar: Amo su estética, me encantan toda sus películas, los diálogos mas graciosos del cine están en ellas. Me sé varios diálogos con todas las zetas incluidas de “Mujeres al borde de un ataque de nervios”. Solo alguien como él puede sacarle tanta belleza a una monstrua como Rossy de Palma.
Queer as Folk: Revolucionó la televisión de temática gay. Me hice rechupete la primera temporada pero después me aburrí. Bueno si también tengo otras cosas que hacer, ya!
Ropa: Me encanta, me compro mucha. Y si tuviera más plata me compraría muchísima más. Mi closet esta que revienta y sigo llenándolo con frecuencia, no tanta como un amiguito mío pero claramente bastante más allá de mis reales necesidades.
Scissor Sisters: El video y la canción “I don´t feel like dancing” hacen que quiera ser el mejor amigo de todos ellos. Les amo con pasión y locura. Quiero “puro verles” en vivo.
Trevi, Gloria: Es un icono total. Loca, ordinaria, genial, basura pura. Todos los elementos que hacen que sea un fetiche absoluto. El cassette de “Tu ángel de la guarda” (lo googlee, no me acordaba) se llego a derretir de tanto que lo escuchaba. “Agárrate mamá que traigo mi boleta y no es el diez que esperas” “agárrate cariño, voy a tener un niño, agárrate a mi cuerpo no ves que tengo miedo, agárrate tu solo, no ves que yo no quiero”.
Uma Thurman: Desde que la vi en “La aventuras del Barón Munchausen” en el cine Las Lilas hace sopotomil años me enamoré total y absolutamente de ella. Ultra mina, chora, mucha onda y talentosa. Me encanta. Si fuera mina me gustaría ser ella.
Volteretas: La rueda, el rondat, la vuelta de carnero. Las barras, el trampolín, el caballete. Todo lo que implica gracia y agilidad cual gacela al viento son las especialidades de la coliza chica en Educación Física. Yo volaba por los aires con una facilidad y garbo que todos me celebraban. Probablemente todos se reían de mí hasta asfixiarse pero yo me sentía tan ligero que ni me percataba.
Will & Grace: nada más divertido que Karen. Es lejos el personaje más gracioso de todas las sitcoms gringas. Reconozco que algo de mi alcoholismo incipiente se lo debo a ella (ven que tienen razón los conservadores en prohibir la exhibición de conductas que pueden ejercer un efecto nocivo en la salud de la población).
Xuxa: Xu xu xu Xa xa xa este ritmo nuevo voy a bailar. Ax Ax Ax Ux Ux Ux El diablo es un magnifico. No puedo olvidar el día que vi en “Éxito” como retrocedían y avanzaban a la pobre Xuxa para sacarle las frases satánicas a su inocente canción. A mis amigos les hago el baile de Xuxa al revés y al derecho cada vez que me acuerdo. Eso sí no tengo la muñeca tamaño natural que mató a la “bebe” en Calama.
Yasuri Yamileth, Yamna Lobos: Chulas a morir pero geniales. Nadie puede tener un nombre con Y y no transformarse de inmediato en un referente cultural de la ordinariez más exquisita.
Zapatos taco alto: Dime que nunca te pusiste los tacos de tu mamá. Mentiroso. Feliz estabas taconeando de lo lindo cuando te pillaron in fraganti y tuviste que inventar una chiva de aquellas. La loquita chica gozaba sacando el “calzado” a la “mami” o lo van a negar acaso.