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18.4.06

Penis size



Desde chico he tenido la obsesión con el tamaño del pico… yo creo que todo partió por:
punto 1: mi obsesión con el pico en general,
y punto 2: la constante en mi cabeza de cómo lo tendría el resto de los hombres.

A propósito de este tema, quería hacer una fe de erratas respecto de mi post anterior..y no es menor!!! Efectivamente esa fue la primera vez que tuve sexo con un hombre ( o dos, bueno ya!) pero ya había tenido unos intentos previos pero de carácter más inocentón… alrededor de los 11 o 12 años veraneaba con un amigo y gran parte de nuestra diversión tenía que ver con sexo… nos pajeábamos juntos, comparábamos nuestras pichulas y un día jugamos a culiarnos (tal cual!! Oye, ¿Juguemos a culiar?), aclaro que nada mayor pasó pero hicimos el intento… bueno eso será motivo de otro post.

El tema es que probablemente en esas comparaciones preadolescentes se generó en mi un gran interés en el famoso tema del tamaño del miembro. Este amigo tenía un pene muy chiquito y flaco, claramente aún no se desarrollaba y yo por el contrario ya había empezado a desarrollarme y tenia un buen pedazo down there… probablemente eso le llamaba la atención a mi amigo porque con el paso del tiempo nunca más supe de actividades homosexuales en él y de hecho ahora es un gordo bien simpático, simplón e inocente con una señora e hija.
Bueno, el periodo post amigo de la infancia y pre “real first time” fue bien extenso y de puro lateado y caliente me puse a averiguar en donde fuera todo acerca del tamaño del pene… enciclopedias (no dice nada), libros de fisiología humana ( en uno encontré algo que decía que el pene en estado erecto tenia alrededor de 12 cm, en Lilliput será!!) y el siempre salvador Internet… yahoo, altavista (google aún no existía) search: penis size… así me encontré con miles de páginas que ofrecen alargar el pene…no era mi idea…. y varias otras que trataban sobre lo que me interesaba. Yo me instalaba con huincha de costurera en mano (es la más útil porque es “maleable”) y me comparaba con el resto del cyberespacio. Así me enteré que de acuerdo al Definitive Penis Size Survey (una encuesta que ustedes queridos amigos lectores pueden tomar en el siguiente link: http://www.sizesurvey.com/quest.html ) una pichula chica es de 14, 2 cm, la salchicha promedio es de 16, 2 cm y la longaniza grande le lleva 18, 1 cm.

Gracias a eso, previo a mis incursiones con otros hombres, y tras 25.570 veces que me medí la pichula; siguiendo todas las técnicas descritas por Richard Edwards, el Dr. Kinsey, y otros académicos de la longitud peniana; con huincha, regla, tirita de papel e hilo con nudo; en todos los estados de erección, flaccidez, posterección, y un interminable etcétera; me enteré que mi tulita era del grupete de las grandotas.

En mis primeros encuentros con otros “miembros” del mismo sexo la verdad es que el tema del tamaño nunca fue tan relevante, mal que mal estaban pasando miles de cosas por mi cabeza y estaba experimentando miles de sensaciones nuevas. Pero cuando ya eso dejó de ser novedad me empecé a fijar. Efectivamente la gran mayoría de las veces la mía era más grande que la del compañero de turno, pero no encontraba nada malo en las otras, era todo muy normal.
Todo hasta que me enganché de un mega mino increíble, alto, guapísimo, güen cuero, etc. además nuevito, cosa que siempre es un plus para mí…perfecto, de hecho no creía que el se fijará en mi... peroooo… la llama que sentía en mi cuerpo se apagó de un paraguazo cuando después de la 3era cita (sí, no fue a la primera, tan sucio no soy!!! Jajajaja, ni yo me la creo) apareció su penecito chiquitito y flaquito en mi mano…. Que lata… nada mas fome que chupar una micropichula y que decir de pajearla, no es talla que se necesitan pinzas. De hecho él muy amoroso me decía “mi burrito”( y no por tonto), claro al lado de su cosita cualquiera era un mega donkey. El gran problema después de unas semanas no fue el pequeño desarrollo de su humanidad, sino el poco conocimiento para su uso y la nula creatividad en el territorio erótico sepsual, hecho que se le perdona a una rica y sabrosa pirulina tamaño “regular” pero no a esas especies miniatura. Nadie entendió porque mi noviazgo con Mr. Perfecto terminó tan rápido.

Tiempo después me toco estar del otro lado, frente a mi un minazo (un poco mayor que yo) peludo, medio rubio y con una tulota gigante!!!! De hecho llegaba a ser medio monstruosa. Debo decir que estaba muy entretenido manoseándola hasta que su color ultra blanco y su tamaño king me hicieron recordar una blanda y babosa jibia. Hasta ahí no mas llegó el cuento, hasta olor a cefalópodo le encontré…
Después de esos eventos nunca tuve otro contratiempo similar hasta mi encuentro con Mr. Peanut… definitivamente the smallest dick ever… era de no creerlo. El tipo muy simpático, guapo, flaquito y bajito (lo que no quiere decir nada, ojo) estabamos dele que suene y de repente aparece ante mi su tulina… era del porte de un maní y no estoy exagerando (y no del maní más grande del paquete de maní tostado.. no… del típico maní de 2 manicitos adentro)… aparentemente algo no funcionaba porque él se disculpaba con que no se le paraba porque se había tomado unas anfetas o algo así. Mucho no le creí porque el manicito estaba duro y aunque creciera en un 300% seguía siendo un nanomiembro. Bueno, como uno es ocurrente siempre sabe que hacer frente a una situación así, por lo que igual lo pasamos chancho ( no me acerqué al peanut) pero terminamos de lo más felices y de hecho hasta pensaría en una segunda cita con él (si no estuviera pololeando ahora).

En definitiva prefiero la salchicha promedio tirando pa’ longa aún cuando los pobrecitos no tan beneficiados tienen salvación, pero deben esforzarse más.