ESTE BLOG ESTÁ PENSADO PARA PERSONAS CON CRITERIO FORMADO Y SOLO PARA USO DOMESTICO. NADA DE LO MENCIONADO DEBERÁ SER TOMADO EN SERIO NI REPETIDO EN LA INTIMIDAD DE SUS HOGARES.

17.11.06

20 secretos (in)confesables


Estoy mega fome, como me da lata hilar palabras solo revelaré algunos secretos para divertirlos un rato:

1. Me encanta sabanear los peos en la cama
2. Reconozco que adoro sacarme los mocos
3. Me he robado calzoncillos del gimnasio para olerlos en mi casa
4. Follando a un tipo acabé adentro y seguí follándolo y acabé de nuevo y se quedo el condón adentro (el después lo cagó) (fue hace mil años y me he hecho 800 tests de VIH, negativos todos, thank blog)
5. Una vez hice pipi encima mío para ver como se sentía un golden shower (fue en la tina, no me tome el pipi ni me lo tiré en la cara, tan chancho no soy)
6. Una noche de este año en la Blondie me dieron unas ganas de cagar atroces, traté de ir al baño allá y casi vomito, me tiré 3.768 peos con olor a muerto, mi amigo me dijo, “hay olor a peo” y yo me hice el wea, manejé como desquiciado atravesando santiago para llegar a mi casa, me bajé del auto y se me quedó la puerta abierta, la abrí de nuevo, la volví a cerrar y me cagué.
7. No es secreto pero me acaban de llegar dos mensajes de ex pinches, con 1 hora de distancia entre ellos, que dicen exactamente lo mismo: Que tal? Como has estado?. Scary
8. Hay un ex acueste que con mis amigos le decimos “chiquitín cacurri” porque me dejó la cama, el pirulo y todo lo que tocó embadurnado en plasta.
9. Una vez me robé unas zapatillas del gimnasio que me encantaron. Llegué a mi casa, me las probé, no me gustaron tanto, me sentí culpable y las fui a devolver al día siguiente diciendo que me las había echado por error al bolso.
10. Con un pololo me encerré en el baño del Sarita Colonia, era el cumpleaños de un amigo, nos chupeteamos todo, acabamos y salimos. Al rato otro amigo me preguntó que era la mansa ni que mancha blanquecina que tenia en la camisa.
11. El otro día llamó una niña para invitarme a cooperar con el Hogar de Cristo, la estaba escuchando, le contesté varias cosas y cuando me empezó a cargosear diciendo que qué me costaban $1500 al mes para darle un desayuno a un niño pobre, le corté. (es ñoño este secreto pero me sentí muy malo)
12. Cuando chico me pajeaba donde fuera y una vez lo hice en el auto con mi papá y mi abuelo sentados adelante. Otra vez me pajeé caminando por la calle porque tenía un chaquetón grande y lo hice por debajo.
13. He subido fotos de mi pirulo a páginas tipo Rate my cock, o Rate my schlong, y me encantaba leer los comentarios que los gringos me hacían.
14. El otro día conocí a un paco gay en una maricoteca. Llegando a mi casa lo llamé y lo empecé a calentar vía telefónica. Después que él acabó me preguntó si yo también, cosa que no había pasado. Me empezó a hablar cochinadas para que yo acabara pero a mi me pareció tan ridículo todo lo que me decía que fingí un orgasmo. Todo muy freak. Orgasmo telefónico fingido con un Carabinero.
15. Estaba recién pensando en inventar más secretos porque no me acuerdo de nada más.
16. Me aburrí y me voy a acostar.
17. Acabo de pensar que sería divertido llamar a este post 20 secretos (in) confesables.
18. En realidad uno de los mensajes del no secreto numero 7 decía: “¿Cómo has estado? Saludos” pero me pareció más divertido mentirles y decirles que habían sido exactamente iguales.
19. En realidad no me tiré 3.768 peos en la Blondie, sino 3 o 4. Ni me he hecho 800 tests de VIH (6 o 7 deben ser).
20. Este secreto es exclusivamente para tener un número 20.

17.10.06

Siempre Lunes


Me quedé sin inspiración. No sé que escribir. Por lo mismo simplemente decidí lanzarme y ver que sale. Creo que estoy perdiendo la frescura de ser un new blogger y pasé a la etapa en que dejo de escribir para mí y empiezo a escribir para ustedes. Y eso no me parece. (No porque no les quiera, estimados amigos, pero encuentro que la gracia del blog es liberarse y disfrutar y no estresarse y pensar que debo ser más gracioso en este post que en el anterior). Comencé a escribir en mi blog inspirado por ”Julius” que es un amigo total y absolutamente genial. Su manera de contar las cosas hace que me mee de la risa. Él me decía que mis mails eran hilarantes y que debía escribir en un blog. Pero ¿de que iba a escribir? Para contar las aventuras y desventuras de la vida estaba él que simplemente es inigualable y sin parangón. Tenía que buscar una base para contar las cosas que pasan por mi, a veces agitada, cabecita. Y llegué al sexo (rápidamente). A pesar de todo lo descarnado que suelo ser al escribir, aun tengo serios conflictos con el tema sexual. No se si habrá sido mi paso por el colegio católico o mi tradicional familia (ojo, que dije tradicional y no conservadora) pero siempre me aparecen culpas después de pegarme una follada de aquellas. Quizás entonces como ejercicio mental decidí escribir las cochinadas que hago, hice y haré. La palabra como catalizador de mi caliente ser, el verbo como eyaculación de mi orgásmica mente. Pero me di cuenta que al empezar a escribir empecé a reflejar mis estados de animo. Muchas veces el sexo no era el centro de lo que escribía. De hecho creo que nunca lo es. El sexo y la cochinada es la excusa para hablar de lo que me está pasando. Haciendo un análisis posterior veo como en ”Oscuridades” aparecen todos mis miedos a perder el control de mi mismo. Cómo me aterra caer en lo más bajo del ser humano. En ”Laura” me descargo por el desamor. Grito lo que no dije nunca. Libero la rabia contenida. Y ”Erección” es, aunque no lo parezca, un grito de auxilio pidiendo por amor verdadero (aún cuando no lo haya encontrado con el lolo de la historia, pero tiene que ver con la búsqueda y la desesperanza que siento a veces).
Creo que el único que me acuerde que escribí de puro caliente es ”Olfato” en donde hasta escribía con la verga dura (bueno escribía con el dedo en realidad, pero la penca la tenia pará, he tratado de escribir con la verga dura pero persneto garevs erorers de tpieo).
Con el tiempo empecé a derivar en otros temas y de hecho se me han ocurrido hartas cosas bien entretes pero me ha dado lata escribir. Quizás así como estaba triste con ”Una pequeña historia” ahora simplemente tengo lata. Pura y profunda lata. Suele pasarme que siempre estoy esperando algo. Algo fascinante y ultra divertido que ocurrirá en los próximos días. Una fiesta espectacular de algún amigo, el cumpleaños de una compañera de universidad, el estreno de alguna película de un director favorito o simplemente un fin de semana largo. Pero parece que a estas alturas del año ya todo pasó. Ya lo pasé chancho, ya salí los fines de semana largo y me quedo en la rutina. Y creo que no hay cosa que me latee más que la rutina. La misma payasá de siempre. Trabajo todo el día, como como condenado, no hago ejercicios de puro flojo, me meto a Xtube, veo porno y chicos guapos pajeándose frente a webcams y procedo a lo mismo que hacen los mozuelos frente a la camarita. Salgo los fines de semana, un día del fin de semana tomo más de lo que debiera, al día siguiente me arrepiento de haber tomado más de lo que debiera. A veces me despierto en una cama que no reconozco y me arrepiento de haber tomado más de lo que debiera y despertar en una cama que no reconozco. Y así parte de nuevo el lunes y la rutina de la semana y me deprimo el lunes por culpa de la rutina de la semana y la culpa de haber tomado un día del fin de semana más de lo que debiera y haberme despertado en una cama que no reconozco. Siempre me deprimo los lunes. Siempre lunes. Hoy no. Es lunes y no estoy deprimido. Y tampoco estoy lateado. De hecho estoy escribiendo y me siento bien. Siento que hago cosas bien y me enorgullezco. Pero también sé que soy muy bueno engañándome a mi mismo. Creo que en el fondo sí estoy lateado (por algo lo dije antes) pero me estoy autoconvenciendo que no es así. Al menos paso el rato escribiendo y dejo descansar un poco a los chicos tras sus webcams que deben estar cansados de tanto pajearse para mi.

3.10.06

Ciertas frases ciertas en ciertas canciones inciertas



“You might smell like Vanilla but you’re still a Gorilla”
Canción: King Kong
Grupo: Kudu
Por todos lados están esos hombres que huelen bien, se ven bien pero siguen siendo unos desgraciados sin alma. Monos recién bajados del árbol que supieron pulirse. Se les puede reconocer porqué todo lo que son es lo que tienen. Simios con plata que se meten coca por la nariz y se creen los súper hombres. Perdón pero puedes oler a vainilla pero sigues siendo un gorila.

“Dame amor chiquitito, como se debe dar, con un poco‘e pimienta y un poquito de sal, que me duela en el alma, que me haga llorar, luego dame caricias para hacerme olvidar”
Canción: Pimienta y Sal
Grupo: Alex y Cristina
Una canción muy boba pero con mucha razón. Me aburren profundamente las relaciones en que todo es “azúcar, chocolate y miel”. Lo siento, eso no es real. Un hombre arrastrándose a los pies no me parece nada de atractivo. Uno siempre termina enganchado hasta el píloro del bestia que te trata pésimo pero después sabe como hacerte sentir bien. Y bueno, parece que la cosa es así no más, o acaso tu mamá no te enseñó que a la ensalada hay que ponerle una puntita de limón.

“I don't want to settle down, I just wanna have fun
I don't want to settle down, I just wanna chew gum
Oh no! Oh no!
you've got it all wrong
if you think you're chocolate when you're chewing gum”
Canción: Chewing Gum
Cantante: Annie
Reconozco mis contradicciones, a veces muero de ganas de estar en pareja, vivir junto a mi pierna peluda y tranquilizarme para siempre y hay otras veces en que “I just wanna have fun”. Puede ser frívolo y superfluo pero de vez en cuando o de cuando en vez ando en la parada de masticar el chicle y disfrutarlo al máximo y una vez que se le va el sabor, escupirlo y tirarlo fuera. Lo importante es que el chicle en cuestión sepa que es eso y nada más. Nada de andar hiriendo sentimientos porque sí. Miren que no es ninguna gracia andar acumulando “bad karma coins” para que después el globo se te reviente en la cara.

“Adiós que te vaya bien, que te coja un carro, que te parta un rayo, que te espiche un tren.
Adiós que te vaya bien, que te muerda un perro, que te lleve el diablo, y marques calaveras”
Canción: La estaca, gracias Joey , lo tenía mal escrito en I Tunes y eso que tengo el disco, jejejeje, que gil.
Grupo: Aterciopelados
Mis ex novios suelen terminar siendo amigos. En general no me equivoco cuando elijo a alguien como pareja, y si la cosa no funciona trato de mantenerlo cerca porque sé que son personas valiosas que me pueden aportar. Pero me he equivocado, y a esos pasteles les dedico esta canción. Y ojalá que el perro tenga rabia. (¿Qué querrá decir “marques calaveras?”).

“Mi nombre es Yasuri, Yasuri Yamileth, te metes conmigo y te saco la gillette”
Canción: Gillette
Cantante: Yasuri Yamileth
Rara vez me enojo. Casi siempre soy muy civilizado y digo las palabras adecuadas en los momentos apropiados. Pero he aprendido que si me sacan los choros del canasto tengo que aplicar la buena chuchá, la tonta pará de carro y el oportuno garabato. Ah, no! Ya estoy viejito pa que se vengan a reír de mí y en mi cara más encima. Hace rato que me cansé de ser el buenito que siempre pone la risa idiota y se queda callado. Así es que si te metes conmigo te dejo una ye que no es de yeye sino de yasuri yasuri yamileth.

“Oh, my goodness, girl, look at him, He's the cutest brother in here, And he's comin' this way! Oooo!”
Canción: Shoop
Grupo: Salt’n Pepa
¿Acaso no hay algo mejor que cuando uno le echa el ojo al cutest brother de la pista de baile y te das cuenta que también te están mirando y se acercan a ti? Me gustan los hombres guapos lo reconozco. Al carajo con la tontera de la belleza interior… ya, sí ya se lo que me van a decir, ¿pero cómo? ¡no puede ser! ¿Cómo piensas así? Patrañas, todos los weoncitos se mueren por el mino rico… por supuesto si después resulta ser un pobre idiota con menos cerebro que una polilla se elimina rápidamente, pero nadie me viene con la chiva de la belleza interior cuando que yo sepa ninguno de nosotros es transparente y los anteojos de rayos x aún no salen al mercado.

“Cada vez que te miro se me para, cada vez que te miro se me para, mi corazón, se me para, mi corazón, se me para.
No sé y no me importa con quien te hayas metido pero ese culo parece radioactivo
no quiero ser RH positivo por eso me pongo doble preservativo”
Canción: Rastamandita
Grupo: Molotov
Soy caliente, y me gustan los hombres calientes. He tenido por ahí unos amantes que son como guatero de lucifer y la verdad es que no me importa que no sean unos bombones rellenos envueltos en papel dorado pero si se menean bien y prestan el poto todo ok. Igual me bajan todos los miedos a las ETS y tal, por lo que si pudiera me envolvería el pirulo con alusa, celofán, lo amarro con masking tape y doble condón encima, más vale acueste seguro que chancro duro dice el viejo proverbio chino.

“Tú y de nuevo tú, Dejas que naufrague injustamente en ti, Tú, mi locura tú, Me atas a tu cuerpo no me dejas ir, tú adherido aquí, entre cada átomo, entre cada célula, vives tú, todo lo llenas tú, que vienes y pasas como un huracán, Tú total y pleno tú, Te has vuelto mí fuerza y mi talismán, Tú, silente y sutil entre cada átomo, Entre cada célula vives tú”
Canción: Tú
Cantante: Noelia
El amor!!!!!!!!! Uno se vuelve un pobre imbécil con el amor. Pero que bien se siente!!!!. Yo juraba que jamás iba a hablar como guagüita y decir palabras melosas y hacer idioteces que de pensarlas me pongo rojo. Pero una vez que me enamoré cagué. Ahí estaba yo haciendo añuñus al teléfono, gritando Te amo, te amo, te amo, te amo como desquiciado y portándome como la quinceañera más aturdida. Quiero que me pase de nuevo!!!!!!!!! Quiero sentir que necesito químicamente a alguien!!!!!!! Que cada átomo y cada célula de mi se remeza con ese huracán llamado amor (que cursilería más grande pero en fin, así es la cosa no más).

22.9.06

Una pequeña historia



El día que nació J toda la familia estaba feliz. El tercer hijo y tercer nieto. Mira esos ojitos, que lindos. Pareces un ángel, decían las tías al recién nacido.
Ya de niño su alegría inundaba todos los lugares donde iba. Su tía Flo gozaba viéndolo bailar y hacer espectáculos en el centro del salón. Era el regalón de todas las viejitas.
Siempre he pensado que eres especial, le decía su madre, mientras peinaba los suaves rulos de color castaño en la frente de su pequeño hijo.

En el jardín infantil comenzó a mostrar habilidad en todo lo que se proponía. Si bien algunas cosas le costaban, J era obstinado y lograba sacar adelante la tarea del día.
Por las tardes a veces salía a pasear con su nana o su mamá y pequeñas cosas como un batido de frutilla o un cucurucho de papas fritas eran el mejor regalo que J podía recibir.

El primer día de clases en el colegio J no lloró, pero se sintió extraño. ¿Por qué son todos amigos? Se preguntaba. Yo también quiero jugar con los cubos de madera, pensaba sin atreverse a hablarle a la pecosa de moño en el banco de al lado.
Los juegos bruscos de sus compañeros nunca le parecían muy interesantes. Era mucho más entretenido imaginarse que estaba en una maquina del tiempo y viajar por distintos países y épocas. O quizás organizarse con sus vecinitas y armar un club en donde se puedan hacer muchas cosas divertidas. O bailar arriba de sus patines en el patio de baldosas que tan buena superficie era para aquello. Su imaginación lo llevaba a hermosos lugares donde todo era alegría, felicidad y risas. La inocencia de J era enorme. Todavía no se daba cuenta que aparentemente algo no andaba bien.

Los compañeros de curso nunca lo elegían para jugar a la pelota. J comenzó a escuchar risas a sus espaldas y no entendía lo que estaba pasando. ¿Por qué ellos no ven que yo solo quiero jugar como todos lo hacen? pensaba. ¿Por qué el resto no celebra mis gracias como mi tía Flo?
Mariquita, dijo Gonzalo, el niño más rebelde del curso, y todos sus amigos se rieron y empezaron a seguirlo. Se junta con las mujeres, es mujercita, le decían, y el pobre niño seguía sin entender. Las burlas de sus compañeros hacían que J sintiera mucha pena. Pero él no podía demostrarlo. A tan corta edad ya comprendía que su familia no debía saber que estaba sufriendo.

La alegría de J empezaba a desvanecerse. Aún así los momentos que pasaba con la Carolina y la Maca le hacían olvidar lo que pasaba en el colegio y se sentía seguro en ese mundo feliz que se había inventado. Pero los recreos en el colegio eran los momentos en que la cruda realidad aparecía violenta frente a la pureza de J. Por primera vez sentía que no pertenecía a ese lugar. ¡No es el resto, soy yo! Descubrió un día. Yo soy el distinto, se lamentaba queriendo parecerse lo más posible a sus compañeros que se veían tan seguros y confiados en todo lo que hacían.

J comenzó sin darse cuenta a alejarse de su mamá (él no se percató hasta mucho tiempo después). Ya no se dejaba acariciar. Tanto se alejó que se olvidó como se abrazaba. J comenzó a perder la capacidad de amar al resto.
Sus juegos también cambiaron. Ahora J bailaba solo en su pieza. Nadie podía verlo. Esas cosas no las hacen los de mi colegio, se repetía.

Algunos años después en una mañana de invierno en que todo se veía gris comenzó algo que J no se esperaba. Los del curso de más arriba empezaron a gritarle desde el otro lado del patio. Fleto, maraco, ándate de acá colizón. J sentía como todos los ojos estaban puestos en él. Una risa nerviosa fue lo único que atinó a hacer. Nadie lo ayudó, nadie lo apoyó. Ahí estaba J, el siempre alegre J, pasando por el momento más triste de su corta vida. Camino a casa aguantaba las lagrimas para no llegar con los ojos rojos y que sus papás supieran la vergüenza que había pasado. Pero una vez en su dormitorio J lloró. Lloraba sin consuelo. No hay nada que pueda hacer, se decía. Las lagrimas caían por sus mejillas, llegaban a su boca y el sabor le recordaba el amargo momento por el que estaba pasando.

Decidió escribir. Abrió el candado del diario de vida que le había regalado su madrina y comenzó a descargar toda su ira contra aquellos que lo molestaban. Las palabras llenas de rabia mostraban todos los defectos de esos que gozaban burlándose de él. Pero al final del párrafo cuando ya no tenía a quien más insultar escribió algo que le hizo comprender lo que pasaba. Es verdad que siento algo por los hombres, escribía mientras las lágrimas dejaban una mancha de tinta corrida en el papel. Había escrito lo que pensaba hace mucho tiempo. Había escrito lo que todos le gritaban en su cara. Escribió su destino.

11.9.06

El A B C de toda loca

Aclaración: En general no me gusta que los gays se mujereen. No me agrada la cosa de andar hablando como si fuéramos minas y tampoco me gusta la mariconeria excesiva. Pero como soy un cola inconsecuente acá va un listado aleatorio y alfabético de mi lado más fleto.

Aretha Franklin, Abba: Canto como desquiciado y a toda boca “Natural woman” de Aretha y hago una semi coreografía patética en que simulo sentirme como una mujer plena. Por otro lado no puedo evitar emocionarme un poco cuando entono “Gracias por la música” (sí, en castellano) de Abba porque “soy muy sencilla y algo aburrida tal vez” y “por eso quiero dar las gracias a las canciones que transmiten emociones” “que suerte tuve soy tan dichosa al cantar” y toda esa mariposona canción que me fascina.

Bokhara, Bunker: Sí, soy un disco boy. Me encanta arreglarme, ponerme guapo y salir a destrozar las pistas de baile. Me da lo mismo donde sea. Voy a todas. Siempre digo, “ya, nunca más voy a esa mierda” pero termino arriba de las tarimas contorneándome con desenfreno prácticamente todas las semanas (todas en realidad).

Cremas: Me he echado crema en la cara desde que tengo uso de razón. Sé perfectamente los usos de un astringente y una humectante. Me exfolio constantemente y me compro la última novedad en belleza liposómica, retinolica y colagenica. La sección de belleza masculina del duty free pasa susto cuando me aparezco. También saco todos los sachets de muestras gratis de las revistas y me los “aplico” (termino muy cola) aún cuando sean cremas para ancianas de cutis agrietado y fláccido como sharpei.

Drag Queen: No le creo al que me diga que nunca ha pensado en vestirse de mujer, bien exagerada, con mucha teta, mucho maquillaje y cantar y bailar con la gracia de Nicole Gaultier o Maureen Junot (¿así se escribe?). Toda loca que se precie de tal tiene en su interior una Petra Pérez en potencia. Bueno, yo en mis años mozos cuando no conocía a nadie y era bastante menos prejuicioso me metí en una falda tubo de lycra morada, me chanté una mega peluca blonda, pestañas postizas y unos tacos de 12 cms y me fui con un amigo en las mismas a bailar. Fuimos la sensación de la noche y les prometo que ha sido una de las noches más divertidas de mi vida. Ahora lo pienso y me muero de plancha y lo encuentro bastante patético, pero a la vez me enorgullezco de haber sido capaz de hacer el ridículo más grande de la historia y salir airoso.

El extraño retorno de Diana Salazar: The gayest soap opera ever. Lucia Méndez con los ojos cambiando de color fue mi placer culpable desde mi tierna infancia.

Flashdance: El salto de Jennifer Beals es un clásico en mis cumpleaños. Corro de un lado al otro del salón y brinco por los aires al ritmo de “What a feeling” (o “Guatapique” como le digo yo). Y que tal la clásica escena del agua cayendo sobre la malla de lycra y las polainas de la chiquilla en la silla. Sé que muchos han soñado con hacerla pero por problemas exclusivamente técnicos no lo han hecho.

Gwen Stefani: Ídola total, demasiado cool. La amo desde los principios de “No Doubt”. Y sus videos son lejos los más inspiradores para mí.

Hernández, Myriam: No me gusta pero reconozco que su video de “Huele a Peligro” con el chorreo por encima de ese vestido horripilante con la banda negra que le afirmaba una teta, he tratado de emularlo bajo toda cascada, salto de agua o juego acuático que he encontrado.

Indio Pícaro: Siempre lo levantaba para verle la tula (no se me ocurrió nada más con I).

Jabones: La loca no puede usar Le Sancy. Tiene que ser el mega jabón ultra oloroso con incrustaciones de quizás que mierda, que exfolia, humecta, aromatiza, relaja y una cantidad de cosas que uno ni se imaginaba que una barra de grasa procesada podía hacer.

Kilos: La obsesión por el peso y la figura no es exclusiva de las minas. No, señor. El varón colipato cuenta calorías con la misma facilidad que lee el diario. Sabe las combinaciones perfectas de carbohidratos y proteínas para no terminar con una panza de proporciones. Y se martiriza en el gimnasio para lucir su cuerpo tonificado aún cuando odia hacer ejercicio más que nada en la vida.

La novicia rebelde: So long, farewell Auf Wiedersehen, Goodbye, lalalalalalalalalala. No soy fanático pero Julie Andrews y la tropa de pendex cantando esas canciones mamonas han amenizado no pocas veladas con mis amigos colibríes.

Mamá: Es innegable. Todo gay tiene a su madre en un altar. “Lo que pasa es que mi mamá esto, mi mamá aquello, mi mamá me dijo que, a mi mamá le paso lo siguiente”. Es una constante en cualquier conversación con un chico rosa. Fíjense y de ahí me comentan.
Ah, Madonna... también es con M… se me había olvidado y varios me matarían por esa omisión. Pero ven como mi madre está primero.

Nadia Comaneci: Gozaba con la película de la vida de la gimnasta rumana. ¿Por qué? Ni idea, pero cada vez que se iba a tomar el tazón de cloro en vez del agua yo sufría. Ahí aprendí también de los desordenes alimenticios y lo que era un 10 perfecto. Que mariconada más grande, god.

Ñuñoa: La comuna donde vivo.

Onanismo: Claramente no es exclusivo de los gays, pero puta que es bueno pa la paja uno. Lo que sí creo es que el chiquillo mariposa le aplica creatividad infinita para hacer del placer personal una novedad constante.

Pedro Almodóvar: Amo su estética, me encantan toda sus películas, los diálogos mas graciosos del cine están en ellas. Me sé varios diálogos con todas las zetas incluidas de “Mujeres al borde de un ataque de nervios”. Solo alguien como él puede sacarle tanta belleza a una monstrua como Rossy de Palma.

Queer as Folk: Revolucionó la televisión de temática gay. Me hice rechupete la primera temporada pero después me aburrí. Bueno si también tengo otras cosas que hacer, ya!

Ropa: Me encanta, me compro mucha. Y si tuviera más plata me compraría muchísima más. Mi closet esta que revienta y sigo llenándolo con frecuencia, no tanta como un amiguito mío pero claramente bastante más allá de mis reales necesidades.

Scissor Sisters: El video y la canción “I don´t feel like dancing” hacen que quiera ser el mejor amigo de todos ellos. Les amo con pasión y locura. Quiero “puro verles” en vivo.

Trevi, Gloria: Es un icono total. Loca, ordinaria, genial, basura pura. Todos los elementos que hacen que sea un fetiche absoluto. El cassette de “Tu ángel de la guarda” (lo googlee, no me acordaba) se llego a derretir de tanto que lo escuchaba. “Agárrate mamá que traigo mi boleta y no es el diez que esperas” “agárrate cariño, voy a tener un niño, agárrate a mi cuerpo no ves que tengo miedo, agárrate tu solo, no ves que yo no quiero”.

Uma Thurman: Desde que la vi en “La aventuras del Barón Munchausen” en el cine Las Lilas hace sopotomil años me enamoré total y absolutamente de ella. Ultra mina, chora, mucha onda y talentosa. Me encanta. Si fuera mina me gustaría ser ella.

Volteretas: La rueda, el rondat, la vuelta de carnero. Las barras, el trampolín, el caballete. Todo lo que implica gracia y agilidad cual gacela al viento son las especialidades de la coliza chica en Educación Física. Yo volaba por los aires con una facilidad y garbo que todos me celebraban. Probablemente todos se reían de mí hasta asfixiarse pero yo me sentía tan ligero que ni me percataba.

Will & Grace: nada más divertido que Karen. Es lejos el personaje más gracioso de todas las sitcoms gringas. Reconozco que algo de mi alcoholismo incipiente se lo debo a ella (ven que tienen razón los conservadores en prohibir la exhibición de conductas que pueden ejercer un efecto nocivo en la salud de la población).

Xuxa: Xu xu xu Xa xa xa este ritmo nuevo voy a bailar. Ax Ax Ax Ux Ux Ux El diablo es un magnifico. No puedo olvidar el día que vi en “Éxito” como retrocedían y avanzaban a la pobre Xuxa para sacarle las frases satánicas a su inocente canción. A mis amigos les hago el baile de Xuxa al revés y al derecho cada vez que me acuerdo. Eso sí no tengo la muñeca tamaño natural que mató a la “bebe” en Calama.

Yasuri Yamileth, Yamna Lobos: Chulas a morir pero geniales. Nadie puede tener un nombre con Y y no transformarse de inmediato en un referente cultural de la ordinariez más exquisita.

Zapatos taco alto: Dime que nunca te pusiste los tacos de tu mamá. Mentiroso. Feliz estabas taconeando de lo lindo cuando te pillaron in fraganti y tuviste que inventar una chiva de aquellas. La loquita chica gozaba sacando el “calzado” a la “mami” o lo van a negar acaso.

4.9.06

Coliflor



Maldita coliflor que mis entrañas hinchaste.
Maldito gas que, acumulado en mis intestinos, insistías en salir.
El momento era inapropiado ya que el joven a mi lado estaba.
Numerosas escapadas al baño y nada, te negabas a salir ahí.
Abrazos y besos activaban aún más tus deseos de conocer el exterior.

La excusa del cigarrillo en el balcón era perfecta.
Pero de nuevo tu timidez comenzó donde se supone que todo terminaba.
Insistías en emitir sonidos en mi vientre que con toses y carraspeadas ocultaba.
Era inminente, te asomarías con tu estruendo habitual en medio de la cita.
Por fin en la tercera visita al higiénico uno de tus gaseosos hijos salió.
Pero la madre butano aún estaba adentro haciendo de las suyas.

Maldita coliflor que en salsa tan bien te veías.
Maldita traicionera, atacas cuando estoy desvalido.
¿Te pasa algo? Me decía y yo la mejor cara ponía.
No nada, pero mi estómago contestaba con una queja de altos decibeles.

Maldita coliflor de dos caras, una suave y apetitosa, la otra etérea y peligrosa.
Nadie me advirtió que en gas a las horas te convertirías.
Primera vez que te pruebo y así es como respondes.

Esta situación no tiene solución.
Tendré que liberarte ahora mismo pero la humillación no podré soportar.
Más besos más abrazos y ya lo veo venir.
Desnudos en la cama te asomarás y yo sin salida.
De pronto el punto sin retorno.
O te libero o moriré en esta dolorosa agonía.
Pero un milagro ocurre, pareces desvanecerte.
Tu potencia disminuye, tus latidos se apagan.
¿Te fuiste para siempre? ¿O es otra de tus jugarretas?

Tal como predije entremedio de la pasión desatada vuelves a pronunciarte.
Un dedo del hombre se aventura a tu canal de salida.
Lo quito, me muevo, lo alejo, insiste.
Ese lugar está prohibido por hoy.
Mis nalgas aprieto para estrangular ese índice, prohibiéndole así el acceso.
Las señales dan resultado y mi galán se retira del territorio minado.

Maldita coliflor que estropeas mi intimidad.
Maldito vegetal mágico que cambias de estado en mi interior.
El orgasmo no te suelta por gracia divina.
Pero me obligas a emprender camino cuanto antes.
Tranquilízate que ya te liberaré de tu prisión de tripas.

Un adiós rápido.
Una cara que no entiende tan pronta retirada.
¡Hablamos!, alcanzo a decir antes de correr tras la puerta.
Espera, aguarda, el momento ya se acerca.

Una vez en mi auto te libero y tu grito es ensordecedor.
Metano y butano en cantidades portentosas.
Tu liberación es mi placer.
Ningún orgasmo se compara a tu salida de mi interior.
Te odié, te odiaba, pero al soltarte me regalaste un momento de placer.

Maldita coliflor desde este día estás vetada.
Maldito alimento vaporoso nunca te olvidaré.

26.8.06

Soy activo (con comentarios del director)

Siempre me ha parecido una soberana estupidez lo del ser activo o pasivo (o top y bottom pa los gringos). Y ya sé lo que van a decir: obvio, la loca esa le encanta que se lo metan y no reconoce que es ultra pasiva. Pero no, no va por ahí la cosa (y no me digai loca, ya!).
Yo que ya llevo un tiempo más o menos considerable en esto de los amores y las sexualidades atípicas (tampoco tanto, ok?), he descubierto que a la gente le encanta rotular. Y para mi lo único que se logra con eso es limitar (cerrar puertas, estrechar, encerrar, atrapar, y más sinónimos que no se me ocurren ahora). Encasillarte en algo que impide que te desenvuelvas libremente en uno de los pocos lugares en que todavía tenemos permitido hacer lo que se nos pare el hoyo (la cama, pal que no cachó, o la cocina o el ascensor para el caballero aventurado o la mesa de centro para la dama liberada).
¿Pero tú eres la mina o el weon? La típica pregunta estúpida de heterosexual cuadrado (me la han hecho como 3 veces y al principio la encontré casi tierna, pero ya al tercero le quería pegar por imbécil). Yo hago lo que se me ocurre hacer en ese momento.

¿El pasivo sería la loca flaca, pálida y ojerosa que pone el poto y se lo meten hasta rajarlo y no hace nada más? ¿Y el activo es el macho peluo que solo se lo mete a la loca flaca pasiva (pálida y ojerosa), le chupan el manhuaco, le tiran aire y le dan uvas en la boca mientras el lindo hace su perfomance? No, perdón pero la vida no es un set de filmación de Falcon o Titan Media (tuve que googlear otro estudio porque solo me acordaba de Falcon, jejeje). Todo eso pasaría si Chichi LaRue fuera quien dirigiera mi vida pero afortunadamente aún soy yo quien la dirijo (o intento) (Chichi LaRue es un director/a de pelis pornos gays para el que no sepa, que deben de ser pocos porque son unos calientes que me leen por puro que se les acabaron las porno).

De todas maneras sé que existen diferencias evidentes a la hora de tirarse arriba de la marquesa (que antiguo, pero hay que usar sinónimos). Los hay unos que son tipo muñeca de trapo, se mueven de acuerdo a lo que el contrincante determine (es una exageración pero me han tocado parecidos) y hay otros proactivos (palabra muy manoseada y de moda pero bueno, quiero usarla) que determinan lo que quieren y lo hacen. Yo definitivamente pertenezco a este segundo grupo (el de los proactivos me refiero, ¿estás siguiendo el texto? o te voy a tener que repetir todo) (mmmh, quizás estos comentarios al margen están siendo un poco distractivos) (pero en realidad son lo que están haciendo más divertido todo lo escrito) (ya, sigue con lo que estabas contando, oh). Y no es que me sienta 100% conforme con ello. Igual implica un poco de estrés ser quien determina lo que se va a hacer, pero es mi naturaleza. Desde siempre he sido el típico niño mal criado que dice lo que hay que hacer y se hace (bueno, casi siempre). Todo lo que yo quiero lo consigo (dentro de mis limitaciones, por supuesto). Pero no crean que soy un tirano (no, señor). Simplemente uso mis encantos naturales para convencer a la gente que lo que estoy proponiendo es lo mejor y lo logro (Que atroz, soy terrible, pero que quieren, soy así).

A veces me gustaría que me mandaran, que me obligaran y casi me forzaran. Terminar con Síndrome de Estocolmo rogándole a mi captor que haga lo que él quiera conmigo y mi cuerpo (Síndrome de Estocolmo: averigüen, me da lata explicarlo). Pero no. Me es imposible, no va conmigo. Si hasta soy activo cuando soy pasivo. Ponte acá, métemelo por allá, no así no que duele, mejor me siento arriba y ahí estoy yo brincando arriba del hombre, montando mi potro personal, tomando las riendas del asunto (bueno, nunca he usado riendas de verdad, pero podría ser!! Mmmhhh, mañana mismo voy a la riendería) (que supongo no existe, pero en fin).
¿A eso se referirán cuando la gente pregunta si uno es activo o pasivo? (Lo dudo). Frente a la famosa pregunta yo digo: No, ninguna de las anteriores, ah, entonces eres “moderno” (puaj, ¿Qué es esa rotería? Peor que decir “provesho”). En realidad me cargan las etiquetas (casi tanto como me carga que la gente busque culpables) ¿Cual es la idea?, descúbrelo (¡si te dejo! y si no, que te importa metio culiao).

En definitiva si me quieren encasillar: soy activo, pero soy activo porque soy movedizo, inquieto, poto loco (y tengo un poto más o menos importante así es que doblemente loco). Soy activo porque me gusta hacer cosas, ir a distintas partes, salir (nunca me he podido quedar acostado un domingo todo el día). Soy activo porque si hay que poner el culo lo pongo feliz, me muevo, lo gozo y lo disfruto a concho (por algo lo estoy haciendo, obvio, si no lo guardo). Y si me toca ponerlo, feliz me meneo, mete y saca, saca y mete, (demasiado tshoro, dijo el wea). Y si es con vuelta y vuelta que mejor (me acordé de una nana que me hacía unos huevos fritos con vuelta y vuelta que eran deliciosos, saludos tere si me estás leyendo).
Y eso sería (por ahora).

17.8.06

E.T.S.

Corre el anillo por un portillo,
Sácate el quesillo
De tu pichulillo
Te agarraste un honguillo
Con ese chiquillo.
A todos les dio
Incluso a mí
Eche prenda
se ño ri ta o ca ba lle ro
Quién no tie ne.

Arroz con leche
Me quiero tragar
Pero una candidiasis
Me puedo agarrar.

Moquillito blanco
Sal de allí
Sal de mi pico
Y su pirulín
Tengo tengo tengo
Tú no tienes nada
Tengo tres ladillas
Entre mi piernada.
Una pica mucho
Otra me da rabia
Otra saca sangre
Toda la semana

Alicia tiene un chancro
Pirulín
Alicia tiene un chancro
Pirulín
Alicia esta cagá
Pirulín cagao leo lao
Alicia esta cagá
Pirulín cagao leo lao
Que feo aspecto tiene
Pirulín
Que feo aspecto tiene
Pirulín
¿Cuándo se sanará?
Pirulín cagao leo lao
¿Cuándo se sanará?
Pirulín cagao leo lao

Dicen que los monos no usan condones
Y el mono más chico se lo saca y se lo pone.
Bátele, bátele, bátele, bátele chocolate
Uno le da por culo y el otro se va por el water.

Los piojitos dicen
Pico pico pico
Cuando tienen hambre, a mi me comen rico.

Aserrín aserrán
La hepatitis de Don Juan
¿Fue Iván o Bastián?
Fue un leso,
En no usar eso.

Pin pon es un muñeco
Que nunca usa condón
Se agarra cada cosa
Le pasa por huevón.

11.8.06

Olfato


Los olores son como una frase corta, pueden ser breves pero potentes.
Siempre me ha gustado usar el olfato como herramienta para mi excitación.
De púber solía entrometerme en la ropa sucia para oliscar calzoncillos usados.
Aún recuerdo el placer que sentía con ese aroma intenso, entre orines y secreciones antiguas.
Mi nariz sobre la tela activaba mis centros de placer de una manera inigualable.
Me escabullía entre la gente y corría al baño a intrusear en la tolva del lavado.
Tíos, primos y hermanos de mis amigas, todos eran acosados en su intima vestimenta.
Sus hedores eran mi placer, el desecho de muchos era el regocijo propio.
Lo reconozco, era un pequeño cerdo pero mis necesidades eran superiores.
Una profunda inhalada y estaba en el paraíso.
Habían unos inodoros y asépticos que no me gustaban.
Otros eran los fuertes, almizclados o ácidos que encendían mi pasión.
Que bajo soy pero que rico se siente, pensaba mientras inspiraba una vez más.
Un poco de mi aliento tibio activaba al máximo el aroma y obligaba a tocarme la entrepierna.
Una paja rápida, un orgasmo delicioso y la prenda ya me parecía asquerosa.
Lo que era mi más fuerte estimulo pasaba al profundo rechazo en cuestión de segundos.
Olores intensos, placeres momentáneos, pudores inmediatos, culpa instantánea.
Maldita educación católica, ¿culpa por el placer?, ¿qué es eso?

Caliente como siempre, buscaba lugares que dieran a mis fosas nasales nuevos placeres.
Busqué en los baños públicos e investigué en los camarines.
Descubrí una esquina en la calle que los machos usaban para orinar.
Me acercaba y el potente hálito me golpeaba.
Pasaba la primera reacción desagradable y disfrutaba las feromonas vertidas ahí.
Estaba oscuro y nadie me veía, bajo mi chaqueta sacaba mi pene duro y lo agitaba.
Lo prohibido del lugar potenciaba el placer.
Imaginaba los miembros de esos hombres que descargaban su liquido amarillo.
Junto a los orines desparramados quedaban los rastros de mi leche caliente.
Nuevamente el asco se apropiaba de mi.

Tiempo después descubrí el olor del hombre, en vivo y en directo.
Algunos fuertes, casi desagradables, otros deliciosos como una taza de café recién hecho.
Sus axilas transpiradas y sus bolas encerradas entre algodón durante una jornada completa.
Mi nariz recordaba por horas el aroma de ese hombre.
Mis sentidos se activaban nuevamente al volver a oler mi mano impregnada.
Culo, pico, pliegues, todos mezclados en un bouquet único e irrepetible.
Sobacos, nalgas, pies, recuerdos fuertes pero pasajeros en mi memoria nasal.
Muchas veces quise revivirlos al día siguiente, sin éxito alguno.
Muchas otras éstos me impedían dormir y debía volver a tocarme.

Dos hombres me han tocado en mi vida por su esencia masculina.
Un aroma intenso pero delicioso.
Un perfume que no existe de manera artificial, una mezcla perfecta.
Tabaco, Cuero, Ylang Ylang y Patchouli, secretados naturalmente en justa proporción.
Hombres perfumados por sus propias glándulas.
Hombres que huelen como deben oler los machos.
Cuerpos con una esencia maldita que me obliga a desearlos.
Aromas que mi olfato no ha podido olvidar.

26.7.06

You’ve got she-male

Una de las cosas que he tenido que aprender a la fuerza es a ser tolerante con la diversidad. Y digo a la fuerza porque mal que mal en esta sociedad no es algo que precisamente se enseñe o aprenda con el ejemplo. Pero me tocó ser marica y con eso estoy cagado. O acepto, entiendo, comprendo y apruebo la diversidad o me estoy rechazando a mí.
Pero hay algunas cosas que definitivamente me cuesta entender. Y aclaro desde ya que no por eso lo repudie o nada por el estilo, simplemente se me hace más difícil.

A ver, empecemos por lo primero. Ya supongo que tendrán claro que me gustan los hombres y por consiguiente el pico. Puedo entender también la atracción por las mujeres, sus tetas y su chorombo porque es más común, jejeje (ojo, no dije normal). Pero que onda con los hombres con tetas??? A.K.A. shemale. O ellael. La verdad me cuesta entender varios aspectos de esta singular ¿condición?

Todo este cuestionamiento en realidad se hizo más patente hace muy poco cuando conocí a la mejor amiga del novio de un amigo. Resulta que la chica solía ser chico. Hasta hace dos años era un compañerito más de su universidad y de un momento a otro determinó que quería ponerse tetas y andar de fémina por la vida. Y tal cual. Me presentaron a una chiquilla medio grandota, un poco tosca pero con un par de gomas firmes en su pecho y una cabellera crespa que le llega a media espalda.

¿Qué onda? Juro que me cuesta demasiado entender. Desde mi visión medio burguesa yo tenia el prejuicio de que estos personajes eran exclusivamente seres marginales, que andaban de prostis por la vida o que se iban a alguna meca del porno y se dedicaban a hacer películas de esas bien hueveadas que imagino tendrán un público cautivo. Pero no, ahí estaba ella bien comportada, con “estudios universitarios”, vestida muy piola (de hecho casi medio lana) y mirando con cara de tierna paloma. Si no fuera por la guata que se le asomaba y que evidenciaba la falta de cintura podría eventualmente pasar piola (en realidad no, pero hagamos como que sí).
Pero bueno la cosa no queda solo ahí. Resulta ser que para más recacha la susodicha se había presentado a Miss Fausto, trabajaba sacando fotos para revistas porno en Brasil y como si fuera poco nos confesó que le gustaban las minas.
PLOP, ahí sí que me quedo la cagá. Recapitulemos. Ella era él y le gustaban los hombres. Luego él decidió ser ella y ahora le gustan las chicas. Ella es ella de la cintura para arriba, pero él es él de la cintura para abajo. Ella saca fotos para ellos que les gustan aquellos. Pero a ella no le gustan aquellos sino aquellas. Ella quiere ser mina que le gustan las minas pero antes quería ser mina que le gustan los minos pero al darse cuenta que era ella de la cintura para arriba le empezaron a gustar las minas de la cintura para abajo. Caray, que enredo.

Ya, empecemos con las preguntas que me hice en mi cabecita loca y medio revuelta.
¿Ella cuando está con ellas les mete el coso? ¿Le sigue gustando el pico? ¿Quien xuxa se va a meter con ella si ni siquiera ella tiene claro que le gusta? Ya, me estoy poniendo intolerante así es que iré por otra vía.

Intranquilo por la curiosidad empecé a navegar por esos websites que normalmente esquivaba con cara de asco para empaparme un poco del shemale world. Llegué a una página que ofrecía videos gratuitos de chicoschicas haciendo cochinadas. La morena en pantalla masajeaba sus tetas redondas con sus uñas perfectas con manicure francesa mientras un wachon bien bueno le introducía su gran pene por el orto (jejeje, hace tiempo quería usar esa palabra, me encanta, orto, orto, orto). Mientras tanto como que no quiere la cosa se asoma entre sus piernas un penecito minúsculo y blandengue. La niña lo pasa chancho pero su pene no lo refleja. ¿Acaso tiene orgasmos? Por lo menos la de esta peli no. O al menos no hubo ninguna eyaculación, aparte de la leche que se tragó post acabada del lolo. ¿Qué pasa por la mente de los tipos que se agarran a la famosa shemale? Será solo la búsqueda de nuevas sensaciones o también pueden enamorarse y armar una familia “singular”.

A ver, para tratar de aclarar las cosas, yo como mariquita que soy creo fuertemente en la idea de formar una familia. Claramente no la típica, pero familia al fin y al cabo. Me veo con mi pareja en unos años más paseando el perro de él (los animales no van conmigo pero en fin al gordo se lo acepto) (gordo que no existe pero déjenme seguir con mi fantasía), yéndonos a la playa y caminando por la arena con pantalones de lino al viento sin calzoncillos para que se ventilen las bolitas y de noche haciendo zumbar la alfombra de oso con la boca abierta al lado de la chimenea. Después el domingo nos iríamos a la casa de mis papás y almorzaríamos todos juntos y reiríamos a viva voz y tal.
Pero…. ¿Que pasaría si me enamoro de una chica formerly known as a chico? Toda mi fantasía se deforma. Creo que los almuerzos en mi casa no serian precisamente un joie de vivre. Mi pantalón de lino sigue Ok, pero ¿Cómo se vería mi polola con su falda vaporosa ventilando sus bolitas? No definitivamente no, creo que no lo entiendo.

Me carga descubrirme poco tolerante, no me gusta. No me gusta la gente así, pero por favor que alguien me lo explique.
Una vez más me enfrento a un desafío nuevo. Tengo que aprender a aceptar, entender, comprender y aprobar realidades que son muy distintas a la mía, aún cuando no lo entienda. Al final es lo que el 90% de la sociedad se pregunta por lo que yo hago en mi cama.
¿Como saben si me hago de una nueva mejor amiga?

11.7.06

Erección

- Uy, ¿Por qué está tan chiquitito eso?
- Emm, ejemm, no, es que lo que pasa, es que en realidad, bueno el copete y en fin…
- Ah.
Dios, SOY IMPOTENTE!!! ¡Desde hoy perdí toda capacidad de erectarme! No, tranquilo, es solo el copete, me decía internamente, mientras pensaba, se me tiene que parar, se tiene que parar, párate MIERDA!, y nada. Ya, a ver, vamos a aplicar un poco de estimulación manual, mientras masajeaba mi pene miniaturizado y en estado de pánico escénico máximo. Que plancha, estoy quedando pésimo, bueno en realidad no me importa tanto, el tipo era un X con el que no tenia ninguna intención distinta de que me entregara placer por unos minutos, pero la situación que se presentaba revelaba mi nueva y lamentable condición de discapacitado sexual. Después de mucho rato de sobreestimulación genital, masajeo, manoseo y toqueteo logré una erección blanduzca y mezquina pero al menos el tamaño de mi pija alcanzaba para algo. Ahora encárgate tú, pensaba, mientras le sobaba la cara al lolo con mi penca fofa. Como no hay nada que una buena mamada no pueda resolver, la cosa terminó más o menos decente con gemidos, respiraciones profundas y emanaciones seminales razonables. Pero el terror se había apoderado de mi mente.


¿Qué pasó con mis erecciones espontáneas al minuto de tocar un hombre? ¿Qué ocurrió con mi ángulo de 20º en dirección al cielo? ¿Qué extraña condición se estaba apoderando de mi miembro y comenzaba a carcomer mi bulbo esponjoso y mis cuerpos cavernosos? ¿Será la edad? No, definitivamente es el alcohol, debo dejar de tomar tanto, me repetía tratando de aminorar mi pavor frente a la humillación eterna que se avecinaba.
Amigos, es definitivo, la pichula ya no se me para más, les comente a mis yuntas de siempre. Ya, tú siempre exagerando; ay, pero ¿como? No te preocupes debe haber sido que estabas cansado, trataban de calmarme, pero en sus caras yo veía esa típica expresión frente a lo irrecuperable. Haz lo siguiente, espetó uno de ellos, búscate un weón que de verdad te guste y ahí vemos que pasa. Sabio consejo. Si, definitivamente ése es el problema, el tipo con que estaba era pavoroso y como la fealdad no va conmigo, mi cuerpo en señal de rechazo se negó a entregarle sangre a mi apéndice colgante. OK, ahora a la búsqueda.


Bailaba en uno de los boliches de la onda cuando me encuentro con el azafato guapo. Perfecto, es mi candidato ideal, siempre me ha gustado, es ultra mino y las veces que hemos tenido hueveo todo ha funcionado bien. Además es peludito, tiene buen forro y ese bronceado eterno adquirido en miami (o lo más probable en cualquier solarium de santiago de chile, pero que me importa). Bailes van, sonrisas vienen, piropos salen, ojitos entran y ya. Todo listo. Partimos a mi casa. Todo muy escondido y misterioso porque el susodicho aparentemente estaba pololeando, así es que más parecía misión secreta que cita romántica. No importa, mejor, así le agrega más emoción a la cosa. Todo lo que necesito para sanar mi disfunción.
Divertido, divertido no es el joven, para que vamos a agregarle atributos que claramente no presenta, pero como yo soy tipo trompo, ese trabajo me lo llevaba yo. Besos y abrazos y… nada. Definitivamente murió. Hay que hacer los preparativos para el velorio de mi verga. Él, como si ni le importara que yo estuviera al lado transpirando helado frente a mi drama fisiológico, se pajeaba y ni me pescaba. ¿Qué querís hacer? atinó a decir el lindo y yo que ya sentía que en cualquier minuto mi tula se invaginaba y terminaba con una remozada vulva entre mis piernas le dije, ¡Dormir! Y me di media vuelta, a tratar de conciliar el sueño.


Señores, esto es definitivo. O empiezo la búsqueda de un medico sexólogo para la operación de cambio de sexo o definitivamente los hombres huirán de mi lado con solo verme ya que el rumor de mi lánguida humanidad correrá más rápido que mojón del mapocho. No es mala idea, seria una súper mina, tengo el trasero, las pechugas se implantan, las hormonas que debiera ingerir a diario se encargarán de suavizar mi voz y eliminar mis pelos. O no, mejor aún, una buena depilación láser y listo. Mmmmh, tendría acceso a un nuevo grupo de hombres!! Los heterosexuales… un buen par de tetas y no van a cachar que solía ser un varón.
Pero ¿a qué me dedico? y ¿cómo les explico a mis padres y hermanos este nuevo rumbo en mi vida? ¿no será suficiente que mi pobre madre se haya gastado todo su desahucio de jubilación en psiquiatras y medicaciones para corregir la depresión producto de su hijo gay? No, ésa no es la solución. Moción rechazada.

Pasaron los días y me percaté de un detalle. Las erecciones matutinas seguían estando ahí sin falta. En realidad me pajeaba y no había ni un problema. Entonces ¿qué diablos es lo que me pasa, chico?


Bailando con un par de amigos me doy cuenta que un guapetón me está mirando. Yo lo miro y no podemos parar. Me encanta, me gusta su desfachatez para mirarme mientras baila con un gallo que parece ser algo más que su pareja de baile. Se besa con el tipo pero no deja de mirarme. Oops, ¿qué es lo que siento?, ¿qué pasa allá abajo?, yo no me he tocado ni nada. Una erección tamaña y en público. En mi cabeza una mezcla de pudor y excitación máxima. Avanzo hacia él, paso por su lado, no dejo de mirarlo ni él a mí. Me sigue, casi no hablamos y nos empezamos a besar. ¡Esto es pura química, damas y caballeros! Una vez en mi casa, me doy cuenta que además de guapo, es muy simpático, cariñoso y sabe perfectamente hacer lo que tiene que hacer. Me da besos suaves, chupa lentamente mis tetillas, me hace cariño en el pelo. ¡Mi erección ha vuelto! ¡Y en gloria y majestad!
Calmar mi ansiedad, dejarme querer, elegir mejor. Confiar en mis instintos y no en mi estresada cabeza, pensaba mientras el agua caliente de mi ducha mojaba el más rico de los abrazos que me he dado últimamente.

16.6.06

Oscuridades

Es impresionante el efecto que tiene la noche en el ser humano. Bueno, no necesariamente la noche, sino más bien la oscuridad o las oscuridades como también me gusta llamarle.
Aparentemente esta especie de anonimato lumínico hace que aflore nuestro lado salvaje. ¿Será el miedo al ridículo que se ve apaciguado por la ausencia de luz? ¿Serán nuestras inhibiciones que desaparecen junto con el astro rey? No lo sé, lo único que sé es que cada vez me impresiona más las reacciones que tiene el hombre (¿y la mujer?) en la oscuridad.

Yo no soy necesariamente un tipo asiduo a los cuartos oscuros, hiperoscuridades o laberintos vaporosos lúgubres, pero de vez en cuando, normalmente cuando la calentura y el alcohol acompañan, termino varado en algún tugurio del tipo.
La última vez que me vi metido en estos recintos de dudosa procedencia y poca monta comencé a elaborar una teoría que con el tiempo y la meditación posterior me hace más sentido. Los seres humanos somos animales en una etapa primitiva e instintiva al segundo posterior en que se apaga la ampolleta. Lo peor (o lo mejor) de todo es que me doy cuenta como yo, que me juro un tipo hipersensato y juicioso, me transformo también en un animal deseoso de sexo y lujuria fácil, barata e instantánea.

De acuerdo a mi teoría, la no exposición permanente a la luz es directamente proporcional a la animalización del Homo Sapiens. Es decir, mientras más tiempo el hombre pasa en la oscuridad más se revela ese animal interno y termina de hecho expresándose en cambios claros de su postura, modo de caminar y movilidad.
Una etapa inicial en la oscuridad transforma al hombre en un ser aún bípedo y de postura erguida pero cuya principal primatización se conforma en una desinhibición total y absoluta y una perdida de los límites y conciencia humana. El recién estrenado primate revela sus genitales excitados al resto de la concurrencia y permite sin ningún empacho el roce, toqueteo y sobajeo de ellos.
El proceso posterior tiende a una licantropización del ser humano. Vale decir, éste adopta una postura cuadrúpeda y una agudización de los sentidos del olfato y del gusto. El nuevo lobo o perro se para en cuatro patas y comienza a oler y saborear los miembros enhiestos de los primates erectos.
Ya en una última e irreversible etapa, el animal entra en un proceso de antropofagia que lo obliga a ingerir, comer y deglutir las presas de las dos razas anteriormente descritas. Este ser caníbal se alimenta de los jugos, sudores y excretas de las especies en una etapa evolutiva superior (¿o inferior?).
En mi caso sólo he alcanzado la primera instancia pero he sido testigo ocular (o más bien dactilo-genital) de las otras dos etapas.

No está de más aclarar que es fundamental la presencia de todos estos seres para que la cadena alimenticia sexual se desarrolle de manera correcta y propicia.


Adicionalmente y de acuerdo a mi experiencia, he descubierto un efecto adictivo incorporado al proceso de cuadrupedización del hombre. Este efecto es provocado por la presencia de adrenalina y endorfina en el torrente sanguíneo. Adrenalina secretada por la emoción de lo inesperado y endorfina producto del ejercicio físico y desgaste que el proceso involucra. Aparentemente y de acuerdo a la exhaustiva investigación que he desarrollado estos procesos se ven incrementados con la presencia de alcaloides del tipo eucaliptus, altas temperaturas y una excesiva humedad ambiente.

Lamentablemente y como un efecto secundario inevitable, la posterior exposición del cuerpo humano a la luz del sol deriva en un proceso doloroso de reantropomorfización cuyos principales síntomas son una severa culpa producto de la reconcientización del animal y un miedo extremo a la realidad compleja y luminosa del día a día.

5.6.06

30 factores para una mala cacha


1. Olor a pata: Nunca me han gustado los quesos fuertes. “Sobaco” suave y bola del día permitido
2. Olor a caca: impide el acercamiento a esa área que a veces puede ser muy interesante.
3. Micropene: no way, desde que vi en una foto el clítoris de Chyna, la luchadora gringa esa, pienso que una pichula debe tener más de 15 Cms o mejor hazte lesbiana (sin ofender a mis amiguis tortis).
4. Pirulo de Ambrosoli: Ese que tiene cuerito en demasía. Igual se perdona porque normalmente en erección no es tan terrible. Fláccido es horroroso.
5. Amante silencioso: que no diga nada de nada ni siquiera gima, no ha lugar. ¿Es persona o muñeco de acción?
6. Amante extra bullicioso: Que grite como chica playboy tampoco. La cosa debe ser moderada y ascendente. El gritón de entrada mata pasiones.
7. Solo Activos: Me cargan los que se las dan de ultra machos. ¡Anda y culéate una mina entonces! ¿Que haces con un hombre?
8. Pregunta: ¿A ti que te gusta hacer?: Descúbrelo gil, esa es parte del sexo. Pa la otra te paso un manual si queris también.
9. Frase: “es chiquitita pero juguetona”. Usted no debe autodescribirse, y menos autopromocionar un micropene. Doble falta.
10. Mordedores: lo siento sé que es personal, pero a mí me gusta morder pero no me gusta que me muerdan. Tampoco es que me traten como zapatito de cristal pero me tocó uno que casi me sacó un pedazo y le odié profundamente.
11. Chuponadores: Odio el chupón, lo encuentro chulo, antiestético y doloroso. Además me cargan los turtle necks.
12. Inodoros: Me gusta que el hombre tenga olor a hombre. El olor a DriveMatic y L´Occitane puede ser muy higiénico y sofisticado pero no es sexual.
13. La caca: si usted es de estomago débil no siga leyendo. Lo siento para máscaras faciales de excretas está el Sr. Spiniak. Y encontrarse con un zurullo en la punta del pico es total y absolutamente asqueroso. He tenido pesadillas con eso. Vaya al baño antes o no ofrezca el culo entonces.
14. Que llore, estalle en carcajadas o emita gritos extraños durante el orgasmo: Scary!!! ¿Sacará después un cuchillo y moriré entre sábanas? Vaya al psiquiatra.
15. Que no acabe: me ha pasado. Pasa, lo sé. Pero no me gusta. Me gusta una buena acabada al final y de los dos.
16. Que acabe poco: ya sé, me puse exquisito. Pero bueno es mi blog así que escribo lo que quiero. Me gusta un amante que acabe harto. No es tan terrible tampoco. Solo baja ½ punto.
17. La cara de asco post moco: Weon llevai años pajeándote y me imagino que siempre te sale eso llamado semen. Acostúmbrate. No puede darte asco. Peor aún si agrega la frase – "es que me da asco el olor". ¿Y que queris? ¿olor a sandía?
18. Piernas peladas, culo caído y guata suelta: No pido un adonis, puede tener su guatita pero el estómago de delantal no lo tolero. Piernas lampiñas lo encuentro feísimo y el poto derretido es fatal.
19. Espalda híper peluda: No sé, no me ha tocado, pero creo que no me gustaría.
20. Síndrome Pretty Woman: Me gustan los besos, me gusta besar y que me besen. No soy prostituta y no me acuesto con prostitutas.
21. Cabeza de callampón: Un glande hipertrófico no me parece excitante. Me ha tocado y de hecho estuve un mes sin comer champiñones.
22. Pico orquídea: Ese que tiene formas raras. Como una orquídea poh!. Horroroso, feo y guacala.
23. Síndrome de Muñeca Inflable: Similar al amante silencioso pero además quieto. Muévase mijito, haga algo. Siempre el que tiene que animar el cumpleaños es uno. No vale.
24. E.T.S. visible: nunca me ha tocado, pero creo que moriría frente a un chancro duro o una herida ulcerosa. ¿Las no visibles?, bueno, uno nunca sabe por eso hay que cuidarse.
25. Tufito: lo siento en ese sector exijo minty breath. Nada de dragones, por favor.
26. El insistente: ¡saca el dedo del hoyo por favor, no quiero ahora y ya te lo insinué!. Maybe another day.
27. Pichula de grifería: Me tocó y hace poco. Los penes, damas y caballeros, deben erectarse hacia arriba o al frente, no hacia abajo. No me gusta sentir que estoy tirando con el monomando de la ducha.
28. Frase: “No, yo no hago eso”: Existe algo llamado lenguaje corporal. Soy inteligente y lo entiendo. Usted puede insinuar a través de algún movimiento. Ahora es al revés, pásame el manual entonces antes de follar, gil culeco.
29. Síndrome Chorito de las pampas: el que se cree súper divo. Si ya estamos culeando no se las dé de lindo. Es una suma del activo, el “yo no hago eso”, el chico “pretty woman”, y el “cara de asco”. En resumen: una soberana lata.
30. Frase: “Es que no se, no tengo mucha experiencia”: Perdón, estamos hablando de sexo, no es física cuántica. No necesita un Magíster para saber lo que es rico. Sea imaginativo, muévase, disfrute, libérese, páselo bien. Para eso estamos. ¿o no?

31.5.06

And the Oscar goes to...


Uno de mis deseos frustrados es el haber estudiado teatro. Siempre me ha llamado la atención eso de representar a alguien que uno no es o actuar de una manera completamente distinta a la que uno reaccionaría normalmente frente a una situación.
En cierto modo he logrado canalizar esa pasión por la representación usando a mis amigos y familia como mi “querido público”. Siempre soy el payaso de la fiesta., al que todos le piden que repita una y otra vez esa imitación imbecil de la chef mexicana del Gourmet.com que invita a “disfrutar los olores y sabores de esta tierra querida” y a poner “el chile nogado y la manita de cangreja con aguacate en este plato, porque este plato es muy bonito, porque este plato está cuadrado” Y yo por supuesto pongo mi mejor voz de mexicana tipo Kate del Castillo y me dispongo a divertir a mis amigos. Soy yo también el que primero se para a bailar y empieza a contornear la cintura y menear el trasero dejando a Beyonce como una aprendiz en esto de los movimientos pélvicos. Pero nunca es suficiente.
Tiempo atrás me encontraba yo junto a unos amigos en la ciudad jardín, pasando un fin de semana de sana recreación y divertimento a expensas de mi tía que amablemente me prestó su departamento. Como malos pa la fiesta y la chacota no somos, partimos recién llegados junto a mis amigos a una maricoteca de poca monta. Estuvo muy divertido todo pero no voy a contar lo que pasó porque para detalles de carretes hay miles de otros blogs a los cuales ustedes amables lectores pueden acceder. Una vez afuera del local en cuestión comenzó la búsqueda de comensales para un improvisado after hour en el depto de mi familiar. Como el alcohol y la temperatura corporal eran altos terminamos con unos bofes que jamás en mi puta vida habría siquiera osado abordar y que probablemente tres roncolas antes no habría permitido ni que me miraran (obvio seré suelto pero tengo mis encantos y no todos acceden a ellos, ejem).

Personaje 1: Cachetes de Soledad Alvear, piel color cetrino, cabellera abundante y larga con un moño. Guata de viejo cervecero y unos modales absolutamente rudimentarios.
Personaje 2: Barba de naufrago, torso de Michelin.
Personaje 3: Pómulos de Kiko, anteojos de Betty, flaco como un espárrago y ultra pavo.
Personaje 4: Una libélula cualquiera.

Ya instalados en nuestras dependencias temporales de solaz y después de un escandaloso intermedio musical empezó la repartición de los hombres. Libélula en el baño chupándome todo lo que es miembro, Michelin con mi amigo haciendo quizás qué en la pieza y Kiko, bien pánfilo parado en la mitad del living sin hacer nada, mirando a una pareja de otros amigos que estaban más doblados que churro. De repente irrumpe en mi habitáculo sanitario del placer Cachetes de Soledad Alvear y empieza a putearme sin ningún motivo. En realidad me puteaba y azuzaba a libélula a chuparme más el pirulo. De pronto sin saber como, libélula figuraba fuera del depto con su amigo Kiko y yo estaba en mi cama totalmente sumiso con la morsa bigotuda que resultó ser profesor. No me pregunten porque ni como pero me salio la Reese Witherspoon interna y empecé a interpretar lo que ha sido hasta ahora mi mejor performance.
- ¡Profesor! ¿Porque me trata mal? ¿He sido malo acaso?
- ¡Profe, profe! ¡Eso, sí, chúpeme ahí que me gusta!
A lo que el monstruo replicaba – !mira como me tenis! !Mira como me tenis¡, estoy caliente por vos, conchetumadre!
- Merezco un castigo profesor, me he portado muy mal- con mi voz más inocente y coquetona.
Una vez acabado lo que había que acabar, me entró el pánico escénico – My gosh, ¿que acabo de hacer? ¿Que hace este cachalote varado en mi cama? y que chucha dije!!!!!

La cosa no terminó ahí porque el susodicho una vez despachado con su amigo Michelin se dio cuenta que había perdido su celular y yo en calzoncillos salí a entregárselo al pasillo con la mala cueva que un chiflón loco cerró la puerta de entrada. Nueve de la mañana, yo casi en pelotas golpeando como idiota la puerta, tocando el timbre, gritando por debajo del choapino y nada. Mis amigos, por supuesto, en un coma profundo del que difícilmente saldrían en unas seis horas.
- ¿Quien mete tanto ruido?- el conserje aparece
- ¿que hace usted vestido así? Acaso no sabe que en este edifico viven niños y ancianas?- insistía con tono de inspector de colegio
- ¿Y acaso cree que estoy feliz? ¡Me quedé afuera!. – dije con una mezcla de rabia e impotencia.
Tras eso y en mi nueva posición de vedetto por accidente, intentaba dormitar en cuclillas sobre el felpudo que raspaba mis níveas nalgas, mientras una tropa de conserjes y auxiliares trataban de entrar por el balcón para salvarme de la humillación al gratín que estaba viviendo. Finalmente una vez adentro pude descansar, para despertar unas horas después a revelarles el periplo vivido a mis sorprendidos y cagados de la risa amigos.

Luego de mi actuación más memorable han sido varias otras las que han seguido pero nunca con finales tan inesperados y avergonzantes. Un clásico, - ¡soy tu putita, métemela entera! emitido por un amante de turno, al que yo le replicaba - ¡soy tu papi, cómetela toda! O a lo más una simulación de macho hétero - ¡que chucha te pasa maricón culiao, ¿querí que te la meta? terminaban en una buena corrida y punto.
Creo que el papel del alumno inocente con su maestro lo dejo vacante para otro interprete actoral.

23.5.06

Laura



Casi todas las veces que he terminado con un novio ha sido de lo más civilizado y maduro. Aún en mis primeros romances me he manejado como un hombre adulto que asume lo que se ha acabado con un nivel de asertividad impresionante. Aparentemente de algo me sirvió el optativo “Manejo del Estrés” que tomé en la universidad. Casi siempre pienso 10 segundos antes de contestar algo y manejo mi agresividad impresionantemente. Por consiguiente siempre termino muy amigo de mis ex y de hecho uno de ellos es actualmente mi mejor amigo.
Podría decirse que a nivel emocional sé manejar las situaciones y tengo una capacidad para entender lo que ocurre y asumirla.

Otra cosa es a nivel “erótico sepsual”. En general rara vez he terminado por llevarme mal en la cama y de hecho siempre busco guardar un último recuerdo grato de mi ex novio y yo enredados en los placeres carnales. No se si será una especie de marca que quiero dejar para que se vayan diciendo “puta que rico lo que me voy a perder de ahora en adelante” o simplemente quiero quemar el último cartucho disponible.
Han sido varias las veces que después de las palabras “lo siento pero no me proyecto contigo” o “estoy confundido, no se lo que me pasa” (emitidas por mi o por el novio de turno) aprovecho el dolor que siento para abrazarme y estirar las manos. ¡Lo siento! soy un ser eminentemente sexual y eso se proyecta en todo.

Una vez estábamos terminando una relación de unos tres meses con un tipo que me gustaba mucho físicamente pero la cosa no resultaba en el día a día. Yo estaba recostado en un sofá y me abracé de él y empecé entre sollozos a hacerme el cariñoso. Terminamos tirando como locos en la cama de mis papás y de hecho fue la primera, única y última vez que le preste el poto para que se fuera conociendo todos los aspectos de mí. Por suerte para mi era el término de esa relación porque de verdad era mejor meterse una zanahoria congelada por la raja que dejar que te lo metiera. Cero gracia, el aparato aquel definitivamente no estaba diseñado para dar placer.

En otra oportunidad terminé muy civilizadamente en el Cangrejo a Conejo comiendo y tomando de lo lindo. Era el fin de una relación muy bonita pero que no estaba destinada al amor. Como no peleamos nada y fue todo buena onda, el reciente ex me invitó a su casa a tomar un café para seguir conversando. ¡Mmmh, seguro! – pensé yo- éste quiere el último revolcón. Por lo mismo yo entrando a su casa me tiro directo a besuquearlo, cuando me doy cuenta que estaba cagando fuera de tiesto y él quería efectivamente tomarse el cafecito. Pero como ya estaba ahí y no quería quedar en ridículo empecé a forcejear hasta llegar a su boca.
- No suéltame, si no quiero nada contigo
- ¿Como no, seguro?- Y empecé a correrle mano.
Tras varios forcejeos la cosa terminó en una especie de violación que se volvió de lo más caliente y que terminó por excitar a mi partner y dejamos la zorra en el living entre empujones, revolcones y una especie de lucha libre de lo más cachonda. Parecía una escena del programa de Carmen Electra en FX, ese de pelea de hembras desnudas, pero en este caso éramos fornidos varones. Los dos sudorosos en pelota agarrando por todos lados y haciendo las llaves más enredadas arriba de los sillones y en el piso.

Hace muy poco terminé con mi actual pololo. Me citó a su casa y empezó con el típico discurso de la no proyección y de la confusión mental. Yo había tenido un día pésimo y de verdad me pilló completamente de sorpresa. Quede mudo. Totalmente speechless. Ni asomo de calentura solo rabia. En mi mente una escena de Laura en América en donde yo le gritaba: - ERES UN DESGRACIADO, SERRANO COCHINO. Pero yo seguía mudo. - SRTA, LAURA IMAGINESE QUE HACE UNA SEMANA ME DIJO QUE ME AMABA Y DESPUES TERMINAMOS EN LA CAMA YO PEGANDOLE PALMADAS EN LAS POMPIS Y ÉL MUCHO GOZABA, SEÑORITA. Pero nada, yo solo pude decir que lo entendía y que en realidad prefería hablar en otro momento porque estaba muy sorprendido.
– En realidad no hay nada más que hablar- espetó.
– Ah, entonces mejor me voy. Pero en realidad lo que yo quería decir era: -MUGRIENTO, NECIO, ANIMAL. DOCTORA, IMAGINESE QUE HASTA ACEPTE A SUS AMIGOS QUE ME PARECIAN UNOS INMUNDOS DE LA PEOR CLASE Y ME DEJA ASÍ COMO ASÍ.
Pero no, mi puta asertividad me impidió explotar y mechonearlo como peruano pagado en televisión y más encima me quede sin carrito sanguchero ni puesto de salchipapas para pasar mi rabia y pena.
Por ahora estoy de vuelta en las polladas y espero aprender a pasarlo bien sin meterme en relaciones que me llevan a situaciones que no merezco.

Corolario: usted no le diga a su pareja que le ama sin sentirlo, mire que hasta el corazón más frío e insensible se quiebra.

12.5.06

Orgasms



¿Cómo definir un orgasmo?
Es increíble el poder que tiene un orgasmo y todo lo que mueve a su alrededor. Millones de dólares en la industria cinematográfica porno, otros tantos millones de sitios de Internet. Grupos de adoradores de osos, S&M, leather, látex, cubs, chubbies, daddies, asiáticas calentonas, viejitas en celo y negras culonas. A eso súmenle clubes de picos largos, de fetichistas de pies, de comecacas cerdos, de “golden shower lovers”, etc. Y todo termina en ¿qué? Dos putos segundos de un placer intenso e indescriptible.

Me acuerdo de un libro de “educación sexual” que tuve en mi infancia llamado “¿Qué me esta pasando?” en donde enseñaban a los prepúberes a identificar los cambios que experimentaba su tierno cuerpo. Unos monos horrendos y lo menos calentones que hay, te mostraban que te iba a salir pelo en la diuca y que era normal tener el pájaro distinto al de tu amiguito. En general todo era una gran bobada y no había nada muy interesante en él. Punto aparte eran dos páginas en que graficaban con dibujos “realisticos” la evolución del cuerpo del hombre y la mujer desde los 12 a los 18 años, el de 18 estaba como quería, me lo habría hecho rechupete.
El texto no era menos mamón y lo peor de todo era la pseudo definición del orgasmo, “el orgasmo, querido amiguito, es muy parecido a esa rara y simpática sensación que tienes cuando estornudas”. JA. Cómo si un mísero estornudo fuera a tener la capacidad de movilizar a toda una masa de califas consumistas de placeres visuales, olfativos y gastronómicos que le agreguen sabor a ese rico y esquivo segundillo de goce. Ya me imagino una película porno: un gran y brillante sol que te produce el más grande de los estornudos. O los juguetes sexuales: una tierna y suave pluma que cosquillea tu nariz y un pimentero rosado con hoyos king size.
Pero ¿cómo chucha entonces se puede definir un orgasmo?. Ya que no podemos definirlo voy a tratar de clasificarlos desde mi pura y simple experiencia.

CATEGORIA A: ORGASMOS SOLITARIOS:

El primer orgasmo: uy que rica el agüita, a ver, probemos que pasa si me pongo la ducha de teléfono en la pirulina, mmmmmmhh, ahhhhhhhh, ¿¿¿mmm??? Ahhhhh, AHHHHH, AHHHHHHHHHHAHAHAHAHAHAH. ¿Que mierda fue esto? Pero puta que es rico.

El orgasmo “paja rápida”: ese es limpio y ejecutivo. No necesita de mayores implementos. Unos minutos de manuela y salta el moco, listo, nada más. La sensación: rica, corta, no muy interesante pero cumplidora. Suele utilizarse en la mañana antes de salir apurado al trabajo o universidad.

El orgasmo “paja lenta”: es la paja de la noche. Esa que uno esta esperando todo el día y que normalmente va acompañada de una serie de estímulos adicionales llámese revista porno, película ídem, aceites o lubricantes y su respectiva “mantita” o confort para el higiénico (como yo, he de aclarar). Este orgasmo le lleva más parafernalia. Uno le pone cuática. Hay quejidos, agarres de distintos ángulos y la lechecita es más abundante y saltarina.

El orgasmo Internet: precedido por un gran dolor de bolas (tras horas de pajearse frente a la pantalla), este orgasmo puede ser muy intenso y tiene una producción lechera que ya se la quisieran Loncoleche, Soprole y Surlat. Ojo, puede también ser nada de placentero si las horas de estímulo manual cibernético exceden las 5 horas y fracción.

El orgasmo anal: para los valientes y exploradores. Requiere de algunos implementos adicionales descritos en detalle en el post anterior. En todo caso si no hay nada a mano, buenos son los dedos. Este orgasmo es cualitativamente muy distinto a los anteriores. Podría decirse que es un orgasmo más profundo y visceral. Mucho precum (o liquido seminal para los ilustrados) y moco más bien esquivo y poco atlético (no salta la wea). Altamente recomendable pero de proceso más lento y engorroso.

El orgasmo spider: Qué sé yo, no soy mina y ellas son muy recatadas en ese tema por lo que no me he enterado de nada al respecto.

CATEGORIA B: ORGASMOS EN PAREJA

El orgasmo fome: Similar al orgasmo “paja rápida” pero en pareja. ¡Pa que mierda me acuesto con este hueva si me pajeo más rico!

El orgasmo triple X: Hollywoodense, escandaloso. Digno de Pavel Novotny. Este orgasmo normalmente va acompañado de un muy buen amante, que te lleva al límite constantemente pero sabe cuando parar. Resultado final: Moco saltando hasta las paredes, pecho rojo (que fea la palabra “pesho” pero en fin), cuerpos sudorosos y jadeantes acompañados de cara de risa.

El orgasmo top: Para este tipo se requiere de un amante dispuesto a prestar el poto. Una vez adentro este orgasmo suele ser apurete y terco. Uno siempre se va antes de lo que quisiera. - Que rico, que rico, ay, oops, acabé -. Este orgasmo es recomendable como segundo plato, con menos ansiedad y con la turula menos sensible, ahí es un manjar de los dioses. No hay exposición láctea, todo queda contenido en el gorrito (sí amigos, este blog promueve el sexo seguro)

El orgasmo bottom: El que presta el poto es usted (o bueno, yo en realidad). Posterior al sufrimiento intenso del ingreso y con la mente fría y dispuesta a gozar, este orgasmo es delicioso, extraño y hueveado. Me atrevo a decir que el varón puede experimentar algo cercano al multiorgasmo femenino. Por lo menos así lo he experimentado yo algunas veces. Una mini eyaculación previa y una masiva ametralladora de espermios posterior valen el dolor de culo al día siguiente.

La lista es larga y da para mucho más pero creo reunir en estos mencionados los más relevantes y clásicos de todos.

4.5.06

Toy Story



Me acuerdo de muy pocos juguetes de mi infancia. No sé si es por la austeridad de mi familia que no solía abarrotarnos de muñecos, autitos, legos y otros o porque definitivamente no me interesaban demasiado. Solo recuerdo que siempre para las Navidades me frustraba enormemente porque se me ocurría pedir los regalos más inverosímiles y mi pobre madre o sufría como loca buscándolos o simplemente no me pescaba y optaba por el regalo que a ella le parecía más apropiado.
Un año me dio la obsesión de que tenia que tener una máscara de goma tipo cara de monstruo, que a mi parecer era lo más alucinante que podía existir (habrá que hacer un análisis psicológico posterior de que significaba aquello). Por supuesto la máscara nunca llegó y a cambio recibí una saltigoma - una especie de chupete gigante que permitía elevarse por los aires a brincos (10 cm a lo más, pero algo es algo)- y un juego que se llamaba “El dedo mágico” y que consistía en una serie de láminas con circuitos ocultos - cosa que ahora entiendo pero en ese entonces era simple magia- junto con una especie de lápiz con punta metálica y una luz roja en la parte trasera. La gran maravilla era que uno relacionaba una pregunta con una imagen y si acertabas se encendía la luz. Obviamente en el momento que abría ansioso los regalos para encontrarme con mi nueva faz de hule encontré que esos juegos eran lo peor del mundo y me fui amurrado a mi dormitorio a llorar (¡que niño!). Finalmente ese verano me divertí de lo lindo saltando en mi chupetón gigante al lado de mi hermana y mis primas en sus saltarinas y me lucí frente a mis amigos con mi “dedo mágico”.

A medida que pasaba el tiempo mi interés por los juguetes de manufactura industrial y con meros fines didácticos o de sano entretenimiento fue mermando o más bien evolucionando hacia un nuevo interés por los juguetes, pero esta vez de construcción casera y cuyos propósitos no eran precisamente didácticos (¿o sí?).
Mi primer juguete sexual fue una naranja. Tan simple como una naranja. No recuerdo bien si fue por el dato de algún compañero o simplemente mi obsesa compulsión por la búsqueda de nuevos placeres sexuales, pero el tema es que un simple agujero, realizado con un cuchillo abriendo la carne de tan sabrosa fruta, provocó sensaciones nuevas y fascinantes en mi juvenil miembro. Eso fue al principio, ya que una vez que el mete y saca se volvió más intenso y descuidé el mantener alejado el jugo cítrico de la boca de mi aparato sexual, el ardor intenso, casi insoportable, hizo que dejara las naranjas para su uso mundialmente conocido.

Tiempo después en una de las revistas que había adquirido en mis viajes al downtown santiaguino (ver post anterior) se hablaba de los placeres del ano. ¿Qué podía tener de placentero el ano? Mi inocencia era de una ternura abismal. ¡Había un mundo de nuevos placeres por ahí atrás!. La descripción de la revista era bien explícita. Alrededor de 2 a 3 cm al interior del recto se encontraba una glándula denominada “próstata” similar en tamaño a una pequeña nuez que al ser estimulada provocaba en un principio unos intensos deseos de orinar pero que tras esa sensación inicial ocasionaba un placer no comparable a todo lo conocido. ¡Que me han dicho!, revista en mano corrí al baño a experimentar de que se trataba esta sensación sin igual. Fue ahí cuando me acorde del famoso “dedo Mágico”, claro que esta vez era mi dedo y no el aparatito del juego. Otra puerta sé abría en ese mismo instante. Nuevos horizontes en mis placeres onanistas. Mi dedo era mi nuevo juguete y ¡que bien lo pasaba!.
La creatividad e ingenio desarrollados con los juguetes que el viejito pascuero me regalaba año tras año me instó a observar a mí alrededor para ver qué nuevos juguetes podrían incorporarse en mis paseos al baño.
Fue así como una vez más recurrí al mundo vegetal para animar las horas de ocio. Esta vez la invitada fue una fresca y crujiente zanahoria.
  • Materiales: una zanahoria tamaño medio recién sacada del refrigerador, un cuchillo y aceite emulsionado a gusto.
  • Procedimiento: Pele la zanahoria, quítele las asperezas y dele una forma redondeada. Aplique aceite emulsionado en el área a trabajar e inserte suavemente. ERROR!!!! Nadie avisó que el intenso frío del vegetal recién sacado de la heladera provocaría un intenso dolor y una inmediata perdida del deseo sexual.
  • Resultado: Nuevamente los vegetales me jugaban una mala pasada.
Tras una intensa búsqueda que implicó un trabajo exhaustivo de prueba y error, y que incluyó el uso de velas, lápices y otros varios elementos faliformes, descubrí en los cajones de mi papá unos puros que venían en envases individuales metálicos con una perfecta forma cilíndrica y punta redondeada. Mi pobre padre debe estar aún buscando uno de esos puros que sin saberlo se había transformado en el “nuevo y mejorado” juguete sexual de su hijo. Era perfecto: aséptico, fácil de calentar y del tamaño preciso para el estimulo de mi pequeña nuez. Fue mi compañero fiel durante mucho tiempo hasta que tuve que botarlo por fatiga de materiales.
Por ahora he dejado los juguetes de lado, como niño grande que soy, pero debo reconocer que en algunas de mis vueltas por sex shops me vuelven las ganas de juguetear.
Quizás le pida al viejito pascuero un regalito especial para la próxima Navidad.

26.4.06

Porno



Me encanta el porno. De hecho pienso que debiera estar inscrito en los anales de toda sociedad como un placer más. Está la comida, la música, el baile y porqué no el porno.
A veces tengo ganas de comer algo salado, algo dulce, comida italiana o sushi, otras quiero escuchar música electrónica, relajada, chill in chill out, sandunguera y hasta cebolla romántica, también a veces me calienta ver una de bel ami, de peludos cochinones y hasta alguna guarrada medio kinky. Es totalmente comparable.
Mi primer approach al porno fue como a los 13 años en la casa de un compañero de curso. Estabamos un grupo de unos 6 en su pieza y él tenía un VHS con “Taboo”, una porno en la que el gran conflicto era que un joven ochentero se afilaba a la mamá. No lo podía creer!. Frente a mis inocentes ojos unas jugosas mucosas en plan de mete y saca que provocaban una erección de proporciones en mí y, lo más excitante aún, en mis compañeros. De hecho en las partes en que solo salía la mina (la madre en cuestión) yo me dedicaba más a mirar las reacciones de mis compañeros y cómo varios de ellos se tocaban la entrepierna aparentemente enhiesta. Muchos más no pasó y como éramos pendejos todo eran risitas incomodas y hueveos tontos propios de preadolescentes en grupo. Por supuesto después de eso y en la soledad de mi habitación apliqué Manuela como nunca antes… frente a tamaño estímulo era fácil evacuar la producción de mis gónadas al exterior (estoy mejorando mi lenguaje o no?).
Posterior a mi videoincursión y ansioso de más material para mis pajas descubrí que un compañero tenia una especie de PYME consistente en vender hojas de revistas porno (todas straight por supuesto) a precios módicos. El sistema era: 1) reunirse en una plaza afuera del colegio 2) proceder a la revisión del material gráfico 3) escoger la o las páginas que incluyeran aquellas imágenes que provocaran el mayor estimulo en el individuo 4) pagar la suma de $50 o algo así 5) el microempresario retiraba la pagina en cuestión de la revista 6) se realizaba la entrega del producto 7) correr a la casa 8) encerrarse en el baño 9) correrse la paja hasta la locura viendo el material recién adquirido. Normalmente el paso 9 se repetía durante varias veces en el día y la semana siguiente y subsiguiente hasta que el pobre pedazo de celulosa procesada terminaba hecha un estropajo. Mi elección siempre era aquella en que la imagen reprodujera a la lola siendo atravesada o saboreando el miembro de un robusto varón, aun cuando esas eran las más escasas ya que el material adquirido por mi dealer tenia carácter heterosexual y más cercano al softcore.
Ansioso por estímulos más cercanos a mis incipientes preferencias sexuales y aburrido de los catálogos de falabella y almacenes parís y sus calzoncillos abultados sin cara ni cuerpo (que en algún momento me hacia rechupete pero ya no tenían la misma gracia) descubrí en el dormitorio del hermano de mi amiga vecinita una revista de fisicoculturismo… zungas y músculos a destajo… eso era como el cielo para mí. Caliente siempre he sido pero ladrón nunca (bueno..casi..pero eso es para otro post), por lo tanto le eché una ojeada rápida y empecé a buscar en los kioscos de mi barrio si existían tales revistas. Para mi sorpresa y emoción había muchas y eran relativamente baratas. Igual reconozco que la primera vez que compré una me dolía la guata y me moría de plancha. Yo, un púber flaco lo más lejano al macho recio y a kilómetros del fisicoculturismo, comprando revistas para cabezas de músculo que buscaban la mejor manera de desarrollar el deltoide con pesos libres y en banco inclinado y la mezcla perfecta de batidos hiperproteicos. Eran bien chantas esas revistas, los paquetes se reducían a la mínima expresión (probablemente producto de los anabólicos, cuestión que sé ahora) y la cosa del músculo a mil y el aceite brillante en un cuerpo ultra depilado no lograba los efectos requeridos por mi ya insaciable deseo visual. Pero era lo que había.
A pesar de que veía algunas revistas porno en el mismo kiosco que me proveía de mis revistas de interés fisicocultural, no me atrevía a comprarlas y probablemente no me las habrían vendido porque era muy pendex. Además que el kiosco quedaba muy cerca de mi casa y por supuesto como uno anda mas perseguido que perro un día antes de la parada militar no estaba dentro de las posibilidades.
Tiempo después en alguna visita al centro de Santiago (que era un territorio completamente desconocido para mí en esa época) descubrí que la variedad de revistas porno era exorbitante. Un día me arme de valor y tome la micro y camine cuadras y cuadras hasta encontrar el kiosco mas escondido y menos visitado de todo el Paseo Huérfanos y pedí una revista.
- ¿me…eee.. da…. esa… revis..ta..? –
- ¿CUÁL?¿QUÉ REVISTA?
- eee…saa.. de aahí- apenas me salía la voz y sudaba como chivo
- AH, LA 100%
- Sii
- ¿Y QUE EDAD TENIS? – me decía casi gritando el viejo pesao.
- Dieciiocho? – no me la creía ni yo
- YA, SEGURO. TOMA, LUCA!
Pase la luca y salí corriendo más rápido que nunca. Metí la revista a la mochila sin siquiera verla y me subí a la primera micro que encontré. Una hora después estaba en el baño de mi casa, viendo como un tipo increíble y con una pija de dimensiones infinitas se afilaba arriba de una roca a una rubia de tetas tipo melón calameño. Para resumirles la historia me pajee unas 4 veces ese día y termine casi con jaqueca.
Mis visitas al centro se hicieron una costumbre y cada vez el dolor de guata se hacia menor. Todo bien hasta que a mi mamá se le ocurrió ordenarme el closet. Yo no me había dado cuenta de nada hasta que ella me dijo en la comida que había encontrado unas revistas medio cochinas en mi dormitorio y que no era bueno que yo viera esas cosas y blablabla. Yo, mudo, fucsia, agaché la cabeza y no dije nada.
Mi hermano tenia computador en su pieza y tenia conexión a internet, algo totalmente nuevo y raro para la época, pero como él estudiaba ingeniería cachaba “n” de computación y mis papás le pagaban la conexión “súper ultra rápida” vía módem. Por supuesto que el acceso al computador era casi imposible para mí, el pendejo que estaba en colegio y que no tenía porque acercarse ahí. Pero como siempre he sido insistente y metiche, apenas mi hermano salía yo me metía a navegar (si es que se le puede llamar navegar a esperar como 10 minutos a que baje una mísera y cagona foto).
PRRRIIIIIIIIIIIIÑIIIIIIIIPRRIIIIIIIIIIIIIII (sonido de módem conectando) y ahí estaba todo ese mundo nuevo a mi disposición. Pasaron varios meses hasta que me atreví a poner la palabra “gay” en un buscador, y de ahí no paré más. Menonthenet.com se transformó en mi nuevo kiosco de la esquina y a cero peso. Claro que mis desveladas hasta las 5 o 6 de la mañana borrando de a uno las putas cookies y los fucking archivos temporales de internet hacían bien tediosa la función (era Windows 3.1, figúrense).
Relatos eróticos impresos por miles, imágenes en carpetas zipeadas con clave, y uno que otro animated gif hicieron que me percatara que si me pajeaba frente al computador (o en cualquier otro lugar) por muchas horas seguidas sin acabar, las bolas se me hinchaban y me dolían como nunca, pero tenia una eyaculación de litros!!!!!.
Con el tiempo y junto a mis amigos del primer post, vi la primera película porno gay. Salían tres rubios con melenas tipo Jacskon Five muy ochenteras, con pirulas bien blancas y bien largas que se metían y se sacaban de todos los huecos imaginables (y sin condón). Después un cortito con un peludo que chupeteaba las botas de otro peludo en cuero y que terminaba follando en una especie de garage mecánico. Ahí tuve otro descubrimiento, me di cuenta que no solo las minas se mojan. Mis calzoncillos estaban todos pegotes con lo que descubrí (vía internet) se llamaba pre cum (o liquido preseminal).
Desde ese momento hasta hora mis mejores amigos en la soledad son e-mule, limewire y todos los peer to peer que me permitieron hacerme de una colección gigatomica de porno.