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7.4.06

La primera vez



Imposible olvidar la primera vez que tuve sexo con un hombre (¿o debo decir inmediatamente con dos hombres?), Bueno eso debe esperar, lo primero es lo primero.
Cuando estaba en el colegio me preguntaba cuál era la gracia que le encontraban mis compañeros a atracarse a las minas... yo a pesar de tener buena pinta y ser bueno pa la chacota no tenía mucha llegada con las chiquillas, está claro que la cosa química no funcionaba por ese lado, pero tan mal no me iba. Alguna compañerita por ahí o una minita de la fiesta de colegio que se me tiraba encima y yo, como había que hacer, le respondía con unos buenos besos y una sobajeada rápida. Si, lo reconozco, algo me excitaba... de hecho se me paraba el coso y todo, pero eran mas los nervios que la gracia del asunto. El tema es que por mas que lo intentaba no le encontraba la maravilla. Muchos años después, mi primera y única experiencia sexual con una mujer fue de lo más vergonzosa e incomoda… la niña era brasileña y mucho menor que yo, pero tal parece que la sangre del mato grosso les enseña desde niñitas a dejarse llevar por los placeres de la carne. Ella tenia unas pechugas descomunales (que de hecho es lo que más me gusta de las mujeres) y me pasé un buen rato jugando en esa área…ya cuando la cosa estaba poniéndose suficientemente calurosa desapareció mi pantalón y el calzoncillo y manos van manos vienen terminé con el manhuaco entremedio de las tetotas de la garota. Puedo decir entonces que por primera vez (y única y última) anduve de paseo en Rusia. Mucho no me acuerdo de lo que pasaba pero después de eso y sin decir agua va la niña en cuestión tenia mi recién estrenada humanidad en su boca… cuento corto, no alcanzó a darle dos chupaditas al loly y me fui cortado sin siquiera alcanzar a advertirle. Por supuesto me puteó de lo lindo, pero le entendí la mitad entre la vergüenza y el portugués.
Hasta el momento todo bien pero más allá de la cosa genital no le encontraba demasiado asunto al vapuleado tema del sexo.
Bueno, un año después y ya entrado en la veintena me hice amigo de un compañero de universidad que era claramente gay. Nos cagabamos de la risa, hacíamos puras idioteces y teníamos una amiga que era entera chalá y que se prestaba para todas las tonteras que hacíamos. Bueno además nos juntábamos a hacer trabajos en grupo (sin la amiga). Él vivía en un departamento con un “amigo”. Todo bien, el amigo muy buena onda era artista así es que había cuadros pintados por él por todos lados. Mucho ángel kitsch, virgen con cara de alguna amiga X, etc. Después de varias visitas empezó a aparecer un desfile de personajes dignos de película de Almodovar; un amigo dark (los góticos todavía no aparecían en escena, o al menos no estaban en mis libros) que ademas hacia caricaturas y que en vez de caminar saltaba; otro amigo que el unico grupo de pelos que tenia era una especie de cola de conejo rosada en la nuca y que se vestía entero de látex (scary) y dos amigas ultra femeninas que extrañamente nunca se separaban y siempre hacían grupo aparte entre ellas. Bueno, yo era novato en el tema pero estúpido nunca he sido y claramente todo estos personajes distaban de ser heterosexuales, pero nada de eso se hablaba. Nunca en mi vida me había sentido tan a gusto, lo pasaba chancho y tenia esa extraña sensación de estar haciendo una maldad, pero en el fondo no hacia nada malo, solo observaba este mundo nuevo que aparecía frente a mis ojos.
Un día llegamos de la universidad sin previo aviso y mi compañero entró muy apurado a la pieza sin darse cuenta que yo venia detrás de él. Ante mis ojos sobre la cama de dos plazas, un enorme cuadro de mi compañero y su “amigo” dándose un beso en la boca. Una especie de explicación que nunca encontró el rumbo y los dos medio incómodos nos hicimos los huevones y empezamos a trabajar. Al rato llego la otra mitad del cuadro y como siempre nos pusimos a hablar boludeces pero esta vez acompañadas de un vino que él había traído. Dos botellas después empezaron a salir los disfraces… unos hot pants plateados, la boa de plumas y yo ya estaba en mi salsa. Después los jueguitos, sale una huincha de costurero y empieza el clásico ¿quién la tiene mas larga? …por supuesto yo muy bien portado me la fui a medir al baño, pero tenía que decir la verdad de vuelta… una cosa llevo a la otra y terminamos midiéndonos los aparatos enhiestos unos a otros. Fue ahí cuando me acordé de mis compañeros de colegio, lo que con las brasileñas, compañeras de colegio y lolas varias había sido un mero cosquilleo genital, con mis nuevos amigos era una explosión hormonal que sentía desde el dedo chico del pie a la punta del pelo. Para no caer en el cuento erótico y la chambonada en este primer post solo diré que acabé una vez encima de cada nuevo amigo y después de una rápida despedida, algo incomoda, me volví a mi casa sintiendo que todo el mundo en la calle me miraba y sabia que había estado tirando con una pareja y más encima hombres. El olor que tenia impregnado en el cuerpo me excitaba demasiado y una vez en mi cama me mandé como tres pajas al hilo. La verdad es que de culpabilidad al día siguiente cero.
Algunos días después volví donde mis amigos y dormimos una siestecita en una colchoneta en el living y el amigo de mi amigo alargó las manos y me empezó a toquetear. Yo como andaba como tonto con la cosa no me percaté que la situación ya no le era muy graciosa a mi amigo y él se levantó un poco molesto y dijo que tenia que hacer algo y se fue. Ahí me di cuenta que yo le había gustado al pintorcillo famoso y a decir verdad a mí me gustaba bastante más que mi poco agraciado amigo. Pero la cosa no funcionó, repentinamente me aparecieron todas las culpabilidades y miedos (bien informado estaba de todas las ETS y demases). Unos besos locos y unos toqueteos varios y me fui cascando a mi casa.
Con mi amigo ya nunca fue lo mismo. Tiempo después me enteré que se separaban y, a pesar de que quería un montón a los dos, ya no me atrevía a hacer mucho más, porque la intuición que algo de culpa tenía yo rondaba por mi cabeza.

6 comentarios:

El "Dulzor de Ostras" dijo...

A todos nos ha sucedidoalgo por el estilo, alguna vezen nuestra vida.

Volveré.

PS: Gracias por la visita y por el honor de ser el primero en colocar un comentario.Larga vida a tu blog.

El "Dulzor de Ostras" dijo...

Me he comido algunos espacios. Nuevo teclado.

Jogreg dijo...

Me uno a Dulzor, la verdad es que mi blog no está hecho para contar mi vida sexual pero aplaudo enormemente que tengas la valentía de contar algo con lo que me siento plenamente identificado.
Un abrazo desde Caracas,

LaRomané dijo...

Disfruté harto tu confesión...
LA culpa no se genera por hacer lo que nuestra naturaleza dicta... si no por equivocarnos en el camino que se nos encomendó.

Me dio penita la brasileña...la dejaste con las ganas y de pasada dejaste mal parado a los chilenitos...jajaj

SAludos
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LaRomané

astrolloron dijo...

"Jovencito":
Me gusto mucho su confesion.
Que relajada y cachonda.
La mia fua un poco mas ñoña.

Lontano dijo...

Amigo, me hiciste acordar de mi segunda polola, onda a los catorce que una vez estabamos solos en su casa y de un sopetón se sacó la blusa, sostén y todo y las lolas mirandome fijo...no dije nada y como buen niño me lancé a verlas de cerca con la lengua...a mi también me gustan...pero la cosa de abajo nunca se paró así que caché algo raro...o sea, al niño le gustaba chupar, pero no eso...

gracias por la visita, espero no choques